Las hormonas son las responsables de que los perros machos levanten la pata para orinar. Cuando los perros llegan a la pubertad, la testosterona entra en acción y provoca que pasen de orinar de cuclillas a hacerlo levantando la pata.
Cuando sacamos a pasear a nuestro perro macho no sólo está ansioso por eliminar las sustancias corporales que su cuerpo no ha podido asimilar. Necesita marcar el territorio y olisquear todas las señales químicas que han dejado otros perros.
Cuando son cachorros, tanto hembras como machos se acuclillan para orinar, pero en la pubertad la cosa cambia. En las razas pequeñas este cambio se suele producir entre los 6 y 9 meses. En cambio, en las razas más grandes se produce entre los 8 y los 13 meses de edad.
Esta peculiaridad a la hora de orinar solo se produce en los machos, salvo en las hembras que ejercen el papel de líderes de la manada (no levantaran tanto la pata). También se da el caso de que se produzca en algunos machos castrados.
Los mensajes que lanza nuestro perro orinando con la pata levantada son:
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Marcar su territorio para él mismo.
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Marcar su territorio para el resto de perros dejando patente su condición sexual y su dominio territorial.