Una gran cantidad de perros, cuando sienten que sus dueños les dejan solos en casa empiezan a llorar y ladrar de una forma muy brusca. La mayor parte de los dueños suelen escucharlo nada más salen por la puerta y eso se convierte en un grave problema, por una parte por los nervios que sufre el animal y por otra la incomodidad que repercute en el vecindario más directo, que no dejan de escuchar al perro ladrar.
Lo que debes hacer para que tu perro deje de ladrar cuando se quede solo
Esta adaptación a que tu perro deje de ladrar en el momento se quede solo en casa lleva un tiempo de aprendizaje para que la mascota capte que debe dejar de ladrar y para que puedas trabajar también sobre su lenguaje corporal, y que él sea conocedor de que su comportamiento tal vez no es el más correcto.
que no es un buen comportamiento el que está teniendo.
- En primer lugar, sal de casa por un intervalo muy corto, 5 minutos. Si entras y no está ladrando, dale una recompensa. Ve alargando cada vez más los momentos que te encuentras fuera de casa: 10 minutos, 15 minutos, media hora. Si sales por la puerta y lo escuchas ladrar, vuelve y grítale que debe callarse, es importante que le grites con un tono seco y firme para que se de cuenta de su error, por ejemplo un "no" rotundo. Después de un tiempo realizando estas pruebas notaréis como el perro deja de ladrar cuando se queda solo, por una parte para que no te enfades y por otra para que le des la recompensa por hacerlo bien.
- Debes marcar muy bien los tiempos que pasas con él, para que no se vuelva demasiado dependiente. Así sabrá cuando vais a jugar, cuando debe estar solo y cuando tú estás trabajando. Se acostumbrará a tus ausencias.
- Dale largos paseos para que cuando se quede solo en casa se encuentre cansado y no ladre.
- Muéstrate relajado cuando os encontréis juntos.
