Hay muchos mitos y leyendas alrededor de la esterilización y castración de perros. Uno de los más conocidos es el de que los animales esterilizados engordan -es mentira- y otro no tan extendido pero igualmente interesante es el de la incontinencia urinaria. Muchas veces asociamos la esterilización a la incontinencia en perros, una relación que realmente existe. Por suerte, tenemos varias formas de hacer frente al problema.
Incontinencia urinaria en perras esterilizadas
La incontinencia urinaria suele tener especial incidencia en las perras, y muchas veces aparece si la hemos esterilizado demasiado pronto -lo mismo pasa con los machos-. El problema está en que al tener unos niveles de estrógeno bajos la perra no puede controlar los músculos de los esfínteres, y por mucho que en las glándulas suprearrenales se produzca estrógeno -en menor cantidad- hay un 20% de los casos en que no es suficiente. Por tanto, para evitar problemas posteriores se recomienda que la perra
Incontinencia urinaria en perros esterilizados
En el caso de los machos, el problema se da por la falta de testosterona, aunque es más habitual en las hembras. En razas grandes como los bóxer, pinscher, doberman o el pastor alemán es más fácil que aparezcan problemas de incontinencia urinaria tras la esterilización, que se traducen en zonas húmedas junto a la cama del perro o en que el animal tenga mojada la parte posterior. Si no quieres que tu perro críe, una posible incontinencia no debería impedirte que lo esterilices.
Soluciones a la incontinencia en perros esterilizados
Si esterilizas a tu perra antes del primer celo, las posibilidades de incontinencia -y otros muchos problemas de salud- se reducen considerablemente. Además, si tu perro padece incontinencia después de la esterilización el veterinario te recetará la medicación o el tratamiento adecuado para acabar con ella o al menos paliar sus efectos. Otra solución habitual es el uso de los pañales para perros que se utilizan en los ciclos del celo.
