Seguramente habrás oído alguna vez que los perros esterilizados tienen tendencia a engordar, algo que no es completamente cierto -si sigue unas pautas de alimentación y ejercicio adecuadas no lo hará-. Sin embargo, tras la esterilización, podemos encontrarnos con la situación contraria, el perro se niega a comer tras la esterilización. Nadie duda que el animal necesita comer para sobrevivir, así que esta conducta crea mucha preocupación los dueños de los perros.
Como es habitual en la operación de castración y en general en todas, las primeras 24 horas son clave y no es lo mismo que el perro rechace la comida tras la operación que a partir de esas 24 horas. Cuando llegue a casa después de la esterilización debes ofrecerle al animal una comida ligera y no muy abundante. A veces la comida humana ayuda a estimular el apetito, aunque si en esas primeras 24 horas el animal no quiere comer no lo fuerces.
Otra cosa es si rechaza la comida pasadas las 24 horas. A partir de entonces ya debería haber eliminado por completo la anestesia, y volverá a comer como antes. Si ves que pasada la operación el perro esterilizado no come deberías ponerte en contacto con el veterinario cuanto antes para que determine qué le pasa al animal y pueda prescribirle el tratamiento más adecuado para que recupere el apetito y vuelva a ser el de siempre.
No suele ser muy habitual, ya que una vez superados los efectos de la anestesia la mayoría de perros recuperan el apetito, aunque nunca está de más saberlo ya que el rechazo al alimento también puede producirse después de otras operaciones que no tienen que ver con la esterilización. También es posible que el animal vomite después de la primera comida postoperación, algo que entra dentro de la normalidad -otra cosa es que vomite todas las comidas-, y puede pasarse 2 o 3 días sin hacer caca.
