Si estás pensando en castrar a tu perro seguro que tienes un montón de dudas, empezando por cómo será la operación de castración del perro. Bien, lo primero que deberías tener claro es que la castración es una operación sencilla y rutinaria, en la que extirparán totalmente el aparato reproductor del can. Dicho así puede sonar un poco fuerte, pero es una operación simple que prácticamente no entraña ningún riesgo, y que permitirá ganar en calidad de vida de tu perro y, de rebote, a ti.
Hasta no hace muchos años, la castración canina consistía en una gran incisión, que cicatriza con el collar isabelino que impide al perro lamerse la herida. Considerando el carácter movido y juguetón de mucho perros, la recuperación es algo lenta así que las castraciones por laparoscopia son cada vez más habituales. En este caso el veterinario hace una incisión muy pequeña, y al ser una herida menor el tiempo de recuperación también se acorta a unos tres días.
Operación de castración en las hembras
Tenemos dos posibilidades a la hora de castrar a nuestra perra: o se extirpan el útero y los ovarios (ovariohisterectomía) o solo los ovarios (ovariectomía). En realidad no hay ningún estudio que diga qué operación es mejor o más eficiente, ambas lo son (reducen las posibilidades de padecer algunas enfermedades como el cáncer de mama o útero, quistes en los ovarios o embarazo psicológico), y muchas veces el propio veterinario decide aplicar uno u otro tipo de castración.
Operación de castración en los machos
Si a las hembras se les extirpan el útero y los ovarios, a los machos les extirpan los testículos, lo que a su vez evita la aparición de tumores en la próstata y las glándulas anales o reduce el riesgo de prostatitis. En ningún caso se trata de una operación dolorosa, ya que el veterinario anestesiará al perro para la castración; y para evitar infecciones o inflamaciones a posteriori os dará la medicación necesaria.
