Una de las enfermedades en los ojos de los perros más extrañas es la queratitis pigmentaria, una inflamación de la córnea acompañada de la pigmentación. Su origen es totalmente desconocido, si bien es cierto que tiene mayor incidencia en las razas braquicéfalas como los pugs. Tampoco existe un tratamiento 100% efectivo para hacer frente a esta enfermedad, aunque sí que podremos paliar sus efecto sobre la visión del can.
La queratitis es una inflamación de la córnea. Sin embargo, cuando sus células -que normalmente son transparentes- empiezan a pigmentarse de forma progresiva hablamos de la queratitis pigmentaria. El pigmento suele ser de color marrón, y poco a poco el perro va perdiendo visión, hasta el punto de perderla por completo. Para hacernos una idea, es como si lloviese barro sobre el parabrisas del coche mientras conduces y no utilizásemos el limpiaparabrisas para quitarlo: cada vez veríamos menos.
Pues eso mismo les pasa a los perros que padecen este problema. A medida que se acelera la pigmentación ven cada vez peor, aunque intentan paliar esos problemas de visión agudizando los otros sentidos. Pese a que ningún tratamiento revertirá por completo esta enfermedad, sí que existen medicamentos que sirven para controlar la pigmentación, deteniendo su progresión, de ahí la importancia de revisar puntualmente la vista del perro. Así que si crees que tu perro puede tener problemas oculares no te olvides de cada cierto tiempo acudir a la visita del veterinario o revisarlo en casa por tu cuenta.
Si lo haces, poco a poco te darás cuenta de esa mancha marrón que aparece en la córnea del animal. Sobra decir que al mínimo indicio de queratitis pigmentaria deberíais acudir al veterinario, ya que cuanto antes la descubramos y empecemos a actuar, menos incidencia tendrá sobre la visión del can. El tratamiento será de por vida, ya que aunque los medicamentos consiguen frenar la pigmentación de la córnea, si deja de tomarlos esta volverá a iniciarse, agravándose el problema.
