Una simple búsqueda por internet nos sacará de dudas. Efectivamente, existen los sacos de dormir para perros, y los encontramos de todo tipo, desde los sacos más sofisticados, con formas, hasta los iglús o sacos de dormir más simples que también ofrecen muy buenos resultados. Eso sí, este tipo de productos para perros no se parecen en casi nada a los que utilizamos nosotros sino que más bien parecen una casita, con la base y una cubierta que mantendrá al perro caliente.
No obstante, en alguna ocasión cuando vamos a planificar un viaje con nuestro perro también podemos encontrarnos con sacos que sí que son como los nuestros, e incluso hay empresas que junto al saco para personas incorporan un apéndice para que duerma el animal. Pero los sacos de dormir que puedes utilizar para tu perro en los viajes, también pueden ser utilizados en casa. Si tu casa es fría, o no tienes calefacción -por ejemplo, en el pueblo en invierno- tu perro siempre puede dormir en el saco para no pasar frío.
Cómo elegir un saco de dormir para perros
A la hora de comprar un saco de dormir que te sirva para viajar con tu perro, lógicamente lo primero que deberás tener en cuenta es el tamaño del animal y las dimensiones del saco. Si es un cachorro o un perro de una raza pequeña no tendrás problemas, pero si tienes un pastor alemán, un San Bernardo e incluso un perro de tamaño mediano te costará bastante más encontrar un saco de dormir para el can, de ahí que muchos dueños de perros opten por las mantas.
Resuelta la cuestión del tamaño de los sacos de dormir para perros, nos fijamos en el acolchamiento. Los sacos o iglús para perros no siempre están suficientemente acolchados, así que busca un saco bien acolchados o al que le puedas añadir un extra para que el can esté más cómodo. Si ves que el saco es muy grande, o lo compras cuando el animal es cachorro teniendo en cuenta su tamaño final, siempre puedes rellenarlo con cojines para que el perro se sienta más seguro.