Todo el mundo sabe que el olfato de los perros es uno de sus sentidos más potentes. De hecho el olfato canino es al menos 10.000 veces superior al humano, de ahí que muchas veces se utilice por la policía o los bomberos en inspecciones, misiones de rescate, etc. Sin embargo, esa poderosa nariz tiene un hándicap, y es que potencia todavía más los olores desagradables para los perros.
Conoce los 7 olores que los canes odian con todas sus fuerzas y trata de evitarlos siempre que sea posible.
Productos de limpieza
Quizá tu perro no le ladre al aspirador solo por el ruido, sino porque sabe que luego fregarás con uno de esos limpiadores que desprenden tan buen aroma para nosotros, pero que tan poco le gustan a tu perro. Suelen desprender olores muy fuertes, así que intenta evitar su aplicación en zonas donde el animal coma o duerma y, cuando lo hagas, ventila bien la estancia para que el olor se vaya cuanto antes.
El cloro
¿Te has preguntado alguna vez por qué a tu perro no le gusta la piscina? Quizá la razón sea el cloro, un producto que puede llegar a irritar las mucosas y el esófago del can. Más allá de la piscina, este elemento que también tiene un potente aroma se utiliza también en la limpieza así que evita su uso regular y evita que el can lo huela directamente.
Los cítricos
Naranjas, mandarinas, limones, pomelos... los perros no soportan el olor a cítrico, en especial cuando está concentrado. Si quieres mantenerlo alejado de muebles, sofás o alguna estancia siempre puedes utilizar un ambientador de cítricos o pulverizar un poco de su zumo mezclado de agua. Por suerte, es un olor inofensivo para los perros y hay casos en los que acaban habituándose a este aroma.
Pintauñas y acetona
Otro olor que a las personas suele gustarnos pero que los perros encuentran insoportable es el esmalte de uñas, de ahí que tu perro huya de ti cuando te vas a pintar las uñas. La culpa es de unos compuestos químicos que les resultan desagradables, provocando estornudos o picor en la nariz. También la acetona les provoca cierto repelús así que evita utilizarlos delante suyo.
Bolas de naftalina
Es habitual utilizarlas como pesticida por su alto nivel de toxicidad, que en los perros puede provocar enfermedades, e incluso llegar a ser mortal. Por su aspecto pueden confundir al animal y despertar su instinto curioso, y si se come una bola de naxtalina puede dañarse el hígado y el sistema nervioso central, causándole vómitos, diarrea o convulsiones. Si se come más de una puede ser mortal.
Los perfumes
Más allá de la gran cantidad de productos químicos que se utilizan en su producción, que también influye, los perros odian los perfumes porque sustituyen nuestro olor corporal. Gracias a este olor nos reconocen, así que si te perfumas e intentas abrazarlo o juguetear con él es fácil que te acabe rechazando. Pero el problema no es exclusivo de nuestras colonias, también odian los perfumes específicos para perros aunque al estar pensados para ellos no tienen efectos negativos sobre su salud.
El tabaco
Si quieres dejar de fumar, tu perro puede ser el mejor aliado. Por una parte, nos encontramos con que el olor del tabaco tiene el mismo efecto que el de los perfumes y colonias, así que al sustituir nuestro olor habitual al can le costará reconocernos.
Por otra parte, los perros también se convierten en fumadores pasivos, y se ha demostrado que un perro con un dueño fumador tiene un 50% más de opciones de padecer enfermedades de pulmón o de nariz, como el cáncer en perros.
Independientemente de la raza de tu perro, los olores que odia tu perro son genéricos. Trata de evitarlos para que tu can no acabe desarrollando ciertos problemas de salud.