Si tu veterinario te ha recomendado que des a tu perro una alimentación en la que la sal quede excluida o muy limitada, debes saber que sí existen piensos específicos bajos en sal. Resultan especialmente aconsejables en casos de hipertensión (poco habituales) y también cuando el animal presenta alguna dolencia relacionada con su sistema cardiovascular.
Hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre con las personas, un perro que sufra una enfermedad cardiaca debe restringir la ingesta de sal por el peligro que conlleva su presencia excesiva en el organismo. Obstrucción de venas y arterias y dificultad a la hora de eliminar líquidos y toxinas son los dos graves problemas que la sal puede provocar o incrementar. Si tu perro “padece” del corazón, necesita una dieta baja en sodio y tienes piensos con la composición idónea para proporcionársela.
¿Cómo excluir la sal de la dieta del perro?
Tu perro no necesita sal extra para que su comida le resulte apetitosa (tampoco la necesitamos los humanos). Hay que recordar que muchos alimentos ya contienen sodio en su composición, por lo que la sal añadida, en la mayoría de los casos, supone un exceso poco saludable. Como norma general, debes elegir piensos de calidad que estén elaborados con ingredientes naturales y perfectamente equilibrados en cuanto a las cantidades de sodio. Si además tu perro tiene alguna enfermedad cardiaca diagnosticada, tu veterinario te recomendará que optes por piensos bajos en sal para seguir una dieta que no le perjudique en ningún caso.
Suelen ser un poco más caros, pero con ellos tienes la garantía de que tu mascota recibirá todos los nutrientes que necesita sin ingerir un exceso de minerales que pueden poner en riesgo su bienestar y su salud.
