A algunos sí y a la mayoría no. Es curioso pero cierto, y no solo porque se puede comprobar perfectamente cómo reacciona cada animal ante un abrazo, sino también porque se han realizado estudios que demuestran que cada perro acepta de manera diferente esta muestra habitual de cariño.
Abrazamos a nuestra mascota en un gesto con el que queremos expresarle todo nuestro afecto pero los perros no siempre lo interpretan así. Hay que tener en cuenta que son animales a los que les gusta moverse, correr, sentirse libre y un abrazo puede suponer para ellos sentirse atrapados. Con toda la buena intención del mundo, un abrazo puede suponer para el perro una clara señal de dominio, un intento de someterlo y una muestra de fuerza que haga que se sienta incómodo e incluso acorralado.
Otros canes, sin embargo, se muestran encantados de recibir en forma de abrazo todo el cariño de su dueño y amigo. Responden alegres, relajados y seguramente dando lametones. Depende del carácter y el comportamiento de cada perro y seguramente de cómo ha sido educado. Si desde cachorro está acostumbrado a los abrazos y los reconoce como algo bueno y positivo, le gustará recibirlos, pero si para él resultan algo extraño y una señal de “acoso” no le gustarán en absoluto y el abrazo supondrá para una situación de estrés y tensión.
¿Cómo saber si a mi perro le gusta que le abrace?
Según el estudio realizado por la Universidad de Columbia en Canadá, a la mayoría de los perros no les gustan los abrazos y lo demuestran con señales claras. Girar la cara, echar las orejas hacia atrás, quedarse inmóviles y “tensos”, gruñir o enseñar los dientes… no hace falta pensar mucho para entender que lo que está ocurriendo no le hace demasiada gracia. Si tu perro muestra alguno de estos síntomas ante tu abrazo, no te lo tomes a mal. Simplemente le sorprende y no lo entiende como una muestra de cariño.
En cambio, si tu mascota está tranquila, te mira o incluso apoya su cabeza en tu hombro respondiendo a tu abrazo, está claro que entiende perfectamente lo que quieres expresarle. ¡Abrázalo mucho!
