Si tienes un perro potencialmente peligroso, tu mascota, como cualquier otro perro, también necesita salir a la calle a pasear, a que le dé el aire y a hacer el necesario ejercicio pero, en este caso, debes adoptar una serie de medidas. Primero para que no suponga un peligro para nadie y segundo para cumplir con la normativa vigente de manera que salir con tu perro no acabe costándote una sanción económica.
En la calle o en cualquier espacio público, los PPP siempre han de ir atados, es decir, tendrás que sacarlo de paseo llevándolo con su correa o cadena puesta, una correa que no puede ser extensible ni tampoco tener una longitud superior a los dos metros. Además, el perro tendrá que llevar puesto en todo momento un bozal homologado que sea el apropiado para su raza.
Además de estos dos requisitos fundamentales hay otros relacionados sobre todo con la licencia de perros PPP que también conviene tener en cuenta.
¿Cómo pasear con un perro peligroso?
Como norma general, solo su dueño puede sacar a un PPP, porque es él el responsable del animal y quien debe portar siempre la licencia correspondiente que así lo acredita. No olvides salir con la licencia que te autoriza a tener un PPP, porque cualquier autoridad competente podría solicitártela y, si no llevas encima mientras paseas con tu mascota podrían multarte. Tampoco está demás tener a mano el documento de inscripción del perro en el correspondiente registro municipal.
Por supuesto, solo puede llevar al perro una persona mayor de edad y, aunque no quede recogido en ninguna norma, el sentido común indica que si se trata de un perro grande y fuerte, quien lo lleve debe tener una mínima condición física que le permita controlar al animal ante cualquier circunstancia.
Aunque hay variaciones entre Comunidades Autónomas y municipios, en la mayoría de los casos está permitido llevar a un solo PPP. No puedes pasear a varios al mismo tiempo.