Un perro alarma es en lo que muchos dueños quieren que se conviertan sus perros a la vez que sean un encanto con los amigos que vienen a visitarnos. Para el perro no hay diferencia entre un ladrón que entra en nuestra casa a medianoche y nuestro mejor amigo que viene de visita. La elección es nuestra, ladridos para todos o para nadie.
Mucha gente sobre todo si vive es una casa que tiene jardín suele tener un perro grande para que asuste y un perro pequeño para que alerte a todo el mundo. Tenemos pues un perro inestable y ansioso. Sin embargo queremos un perro equilibrado que no ladre al cartero ni a nuestros amigos. ¿Por qué lo permitimos?¿Por ahorrarnos el dinero de una alarma?
Debemos meditar nuestras preferencias. Si optamos por la opción de que nuestro sea un perro equilibrado y se muestre cariñoso con las visitas debemos enseñarle modales y reforzarlos cuando sea necesario.
Cada vez que llamen a la puerta debemos frenar los ladridos de nuestro perro y conseguir que se muestre sumiso cuanto más pronto mejor porque su nivel de ansiedad va en aumento. Cuando la visita entre en casa debe evitar el saludo tradicional (caricias, hablarle...). El perro tiene que acostumbrarse educadamente a la olor del invitado antes de que éste muestre cariño. Al cabo de un par de visitas este invitado ya no será un desconocido.
Cada vez que alguien viene nuevo habrá que repetir el ritual. En ningún caso debemos permitir que el perro se suba encima de nuestros invitados ni de nosotros mismos cada vez que entremos en casa porque es una actitud dominante que muestra hacia nosotros.
