Aunque podemos hacerlo antes, cuando el cachorro cumple el mes de vida llega la hora de que se separe de su madre y del resto de la camada y que inicie la fase de aprendizaje. Uno de los aspectos clave de este proceso es la alimentación, ya que a partir de la cuarta semana podemos empezar a darle alimentos húmedos tras el destete del cachorro. El perro será capaz de lamerlos, y a las seis semanas lo podremos separar definitivamente de la madre.
Para iniciar este proceso tenemos varias opciones. La primera de ellas son las papillas de transición, alimentos enlatados específicos para cachorros. Otra posibilidad es preparar un pienso especial para cachorros nosotros mismos, mojándolo en agua. Es importante utilizar un pienso específico para cachorros, que les aporte los nutrientes que necesitan para crecer -el pienso para adultos no lo tiene-.
Cada vez hay que remojarlo menos, hasta que al cabo de unos meses dejemos de mojarlo y se lo ofrezcamos completamente seco. Aun así durante el primer mes tendremos que humedecerlo bastante en agua. Es importante recalcar lo del agua, ya que si lo remojamos en leche le puede provocar problemas estomacales como la diarrea a nuestro cachorro. Esta ingesta de pienso humedecido se debe alternar con las tomas de leche materna, que poco a poco se irán reduciendo.
Cómo alimentar a un perro de un mes
Desde que los cachorros empiezan a comer necesitan 4 o 5 comidas al día hasta cumplir los cuatro meses, cuando bajarán a tres. Si hay varios perros la pelea por conseguir el alimento será increíble, por muy jóvenes que sean, así que mejor ofrecerles varios cuencos para que tengan más espacio y todos puedan comer lo suficiente para crecer sin problemas. Finalmente, junto al cuenco con la comida debes tener otro con agua fresca y limpia para que vayan bebiendo.
