Durante el embarazo es fácil que tu perra sufriese incontinencia urinaria. Con los cachorros haciendo presión sobre la vejiga aumentan las posibilidades de que la perra no aguante entre salida y salida a la calle para hacer sus necesidades, especialmente en los últimos días del embarazo. Sin embargo hay veces que la incontinencia urinaria se prolonga más allá del embarazo en los meses posteriores al parto, algo que lógicamente es un gran motivo de dudas y preocupación para los años de las perras.
Si durante las últimas semanas de gestación la culpa de la incontinencia era de la presión de los cachorros sobre la vejiga, tras el parto la incontinencia viene provocada por los cambios hormonales, concretamente a la falta de estrógenos. Estas hormonas se ocupan, entre otras cosas, de mantener a tono el esfínter de la uretra, que es el responsable de controlar la expulsión de la orina. Si faltan estrógenos es difícil que la perra pueda controlarse.
También puede influir el peso de la perra. Aunque la obesidad no suele traducirse en incontinencia sí que puede favorecerla. En cualquier caso, no está de más una visita al veterinario para asegurarte de que la perra está perfectamente después del parto, y que la incontinencia se debe a esos cambios hormonales tras el parto, no a otro problema más serio. Además, también es posible que tu perra tenga diarrea tras el parto. El veterinario también te podrá recetar el tratamiento adecuado para que la incontinencia no se convierta en infección y no afecte tampoco a los cachorros.
Trucos contra la incontinencia urinaria
La forma más fácil de prevenir la incontinencia es aumentando las salidas a la calle para que la perra haga sus necesidades. Es verdad que tras el parto puede que le cueste más, o que se muestra algo más reacia a salir, pero es una forma de asegurarnos de que hará sus necesidades en la calle y no en casa. Hay que evitar gritarle y castigarla, ya que en ese caso buscará escondites en casa para orinar; y si pasa muchas horas sin salir a la calle siempre puedes poner una sábana empapadora para que haga ahí sus necesidades.
