Tras dos meses de espera por fin ha llegado el momento: tu perra está de parto. Un momento de alegría, pero también de dudas y confusión. Por eso es importante saber qué hay que hacer en el parto de la perra.El propio animal será el encargado de dar a luz a los cachorros, de limpiarlos y de proporcionarles los cuidados necesarios en las primeras horas, pero los dueños debemos asistir a la parturienta, eso sí, sin llegar a molestarla y tratando de influir lo menos posible.
Una vez que hayas detectado los primeros síntomas de un perro antes del parto, lo primero es acondicionar el espacio para que para. Una cama es el sitio ideal, pero si a la perra no le gusta podemos poner toallas en el sitio que haya elegido. Asegúrate de que el sitio es tranquilo e íntimo, con una temperatura templada. Lo mejor es que el animal para tumbado, de lado, pero no te preocupes si se pone de pie. Nunca intentes tumbarla.
Aunque según la raza puede cambiar, cada 30 minutos suele nacer un cachorro. Durante ese intervalo la perra limpiará al recién nacido, retirando la placenta. Ella misma lo hará, pero tú puedes aportar tu granito de arena limpiando al cachorrito con una toalla húmeda. Cuando el cachorro esté limpio llega la hora de que coman. Asegúrate de que el cachorro ingiere el calostro, esta leche materna que es rica en nutrientes y que les aportará las defensas que necesitan para crecer a salvo de enfermedades.
Por suerte la mayoría de los cachorros nacen sin problemas, aunque si alguno es demasiado grande puede que tengas que ayudarlo a nacer. Hazlo con toda la delicadeza posible. En caso de problema, o si ves que las contracciones se alargan durante horas y la perra no pare, no dudes en acudir al veterinario de emergencias. Recuerda que en los días posteriores la perra puede tener fiebre tras el parto, y deberás ofrecerle alimentos ricos en calorías, y no dejes de prestar atención a la salud de la perra.