Desde que descubriste que tu perra estaba embarazada no paras de contar los días que faltan para que nazca la camada, ves que la fecha del parto se acerca a ritmo vertiginoso y ya tienes preparado el sitio donde parirá el can y los futuros cachorros asignados. Pero de repente ves que tu perra ha expulsado un tapón mucoso: es la señal de que el parto está a punto de empezar, así que repasa el procedimiento previo al parto.
Es normal que muchos dueños de perros se preocupen al ver a su perra expulsar este tapón mucoso, en especial si es la primera vez que su perrita tendrá una camada; pero no tenemos por qué alarmarnos. De hecho la expulsión del tapón mucoso es la señal más clara que tiene la perra para anunciarnos la inminencia del parto natural. En menos de 36 horas llegarán las primeras contracciones, y con ellas el nacimiento de los cachorros. Eso sí, recuerda que, el tapón mucoso no es lo mismo que el líquido verde y por tanto, el significado es distinto.
Antes de que se expulse el tapón notarás otros síntomas del parto que indicarán la proximidad del gran momento, como la pérdida de apetito de la perra, el desarrollo de las mamas, cambios en su temperatura rectal o una vulva que tres días antes del parto se hinchará y relajará por culpa de la impregnación estrogénica. Sin embargo eso son preavisos, tras la expulsión del tapón mucoso solo faltarán las citadas contracciones para que llegue la camada. No obstante, tendrás que revisar los cuidados de la perra tras el parto para asegurarte que una vez pasado, todo ha vuelto a la normalidad.
Cuando la perra expulse el tapón mucoso recuerda ponerle un cuenco con agua y otro con un poco de comida en la zona que le hayas habilitado para parir, o donde la perra decida dar a luz si no le gusta el sitio que has elegido. Si pasadas las 36 horas no ha empezado el parto quizá sea la hora de llamar al veterinario, ya que puede que haya algún problema; pero insistimos: cuando veas que tu perra expulsa ese tapón mucoso activa todos los preparativos para el parto.
