Son animales de caracteres muy distintos pero lograr que convivan perros y gatos en armonía no es tan complicado como crees. No siempre perros y gatos se llevan fatal. Con las debidas precauciones y presentándolos de la manera adecuada, podrás disfrutar de tus dos mascotas en casa con total tranquilidad.
Perros y gatos pueden vivir en paz en la misma casa, pero hay que dejar claro que no siempre funciona. El comportamiento de cada animal es clave. Si uno de los dos es muy agresivo o dominante, puede que la convivencia resulte imposible. Afortunadamente, en la mayoría de los casos esto no ocurre.
Presentar perros y gatos: aspectos a tener en cuenta
Cuanto más pequeños sean el can y el minino, más sencillo será que no surjan problemas entre ellos. Si crecen juntos y los educas a la vez, pueden llegar a ser buenos amigos. Hay una serie de normas básicas para evitar conflictos que debes seguir:
- Cada animal necesita su espacio. Para una buena convivencia entre un perro y un gato hay que lograr que cada uno tenga su espacio vital. No pongas nunca sus comederos y cuencos de agua juntos y también establece una mínima separación entre sus zonas de descanso.
- No te empeñes en tratarlos a los dos igual porque son muy distintos. Por ejemplo, tu perro necesita salir de paseo dos o tres veces al día. Hazlo y no te plantees que tu gato va a pasarlo mal dejando solo en casa. Al contrario, los cuidados de un gato son diferentes y, seguramente, le vendrá genial ese rato de intimidad.
- No cojas en brazos a ninguno de los dos mientras el otro mira desde el suelo. Si vas a acariciarlos y están juntos, mima a los dos al mismo tiempo.
- Jamás permitas en casa una persecución (ni siquiera aunque aparentemente se trate de un juego). Si tu perro va tras el gato, corta esta práctica de manera radical (una fuerte palmada o un enérgico “NO” será suficiente). Asegúrate de que el gato siempre tenga alguna vía de escape para situaciones complicadas o algún lugar en alto al que pueda subirse si la cosa se pone fea (por ejemplo un rascador de varios pisos).
- Si tus mascotas se llevan moderadamente bien, procura no intervenir demasiado a cada mínimo encuentro entre ellos. Tu intervención solo debe ser activa y tajante en caso de pelea inminente.
Cómo presentar a un perro y a un gato
La llegada de una nueva mascota, si ya tienes una, siempre conlleva cierta complicación. Es importante hacerla de la manera correcta y teniendo en cuenta que ambos animales necesitan un periodo de adaptación. Nunca presentes a un perro y a un gato sin tomar unas mínimas precauciones porque no sabes cómo pueden reaccionar los animales.
- Si tienes un perro en casa y llevas a un gato por primera vez hazlo siempre en un trasportín para que, en ningún caso, el can pueda hacerle daño. Deja que el perro se acerque y huela, aunque solo unos minutos para que el minino no se asuste demasiado.
- Por precaución, los primeros días los animales debe permanecer separados. Lo ideal es mantenerlos distantes con algún tipo de valla, que permita que se vean y que se huelan pero no puedan llegar a tocarse. Poco a poco, se irán familiarizando con sus respectivos olores.
- No tengas prisas por juntarlos. El primer paso es lograr que cada animal comprenda que hay otro y que no se va a marchar.
- Pasados unos días, provoca un primer encuentro. Mantén al perro atado con su correa por si decide atacar al gato. Si simplemente se ignoran o se olisquean con curiosidad, deja que se acerquen el uno al otro, pero corta de raíz cualquier señal de agresividad.
Haz que estos acercamientos sean cortos, al menos durante la primera semana. Pasados unos días, deja a ambos animales sueltos y observa su comportamiento. Ante el inicio de cualquier tipo de ataque sepáralos colocando, de nuevo, la valla de protección o bien ubicándolos en habitaciones separadas. Al día siguiente, propicia un nuevo acercamiento. Poco a poco, se irán conociendo y aceptando. En este proceso, tu paciencia es tu mejor arma para conseguir que se lleven bien.