El transportín es un accesorio fundamental para poder viajar con tu perro de la manera más cómoda y segura. Debes intentar que tu perro se sienta a gusto en él y, por supuesto, que no huya despavorido cada vez que se lo acercas. Para conseguir que tu perro acepte y se acostumbre al transportín, toma nota de los pasos a seguir.
Para viajar con tu perro y llevarlo contigo de vacaciones, para acercarte con él al veterinario o para poder embarcar a tu mascota en un avión. El transportín siempre acaba haciendo falta y para tu perro no debería suponer ningún problema introducirse en él y pasar un tiempo más o menos largo.
Qué debes tener en cuenta para acostumbrar al perro al transportín
Algunas de las consideraciones previas que tienes que tener en cuenta a la hora de acostumbrar al perro al transportín son:
- Cuanto antes acostumbres a tu perro al transportín, mejor. Siempre es más sencillo el adiestramiento del perro que tiene una edad joven, que el de un perro mayor tal vez poco dispuesto a probar nuevos inventos.
- Es fundamental que el elijas un transportín en el que tu perro esté cómoda. Si es demasiado pequeño y prácticamente no se puede mover en su interior, lógicamente no querrá estar en un espacio tan reducido.
- Nunca lo utilices el transportín como un lugar de castigo para el can. Si encierras a tu perro después de una reprimenda porque ha hecho algo indebido y lo dejas ahí metido, gimoteando y queriendo salir, lo verá como una celda a la que no querrá volver a entrar.
- Otro consejo para que tu perro se acostumbre al transportín que también es muy importante es que debes tener un poco de paciencia y ser previsora. Si tu perro desconoce lo que es un transportín y tienes previsto viajar, empieza el entrenamiento del can con suficiente antelación. Una vez que tu mejor se familiarice con este accesorio para perros, no tendrás problemas, pero recuerda que es muy normal que no quiera entrar a la primera. Necesita su tiempo.
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Cómo lograr que un perro se acostumbre al transportín paso a paso
El secreto está en que tu perro vea el transportín como algo bueno y la manera de conseguirlo es enseñándole a introducirse en él como parte de un juego. Para que este pequeño adiestramiento resulte sencillo, no obligues al perro a entrar agarrándole o empujándole. Le cogerá miedo y además podrías hacerle daño.
- Como primer paso, deja el transportín en la zona en la que habitualmente está el perro. Si es un transportín de gran tamaño, de los que se desmontan, separa sus dos piezas y deja a su alcance la parte baja (como si fuese una cesta donde el animal pueda meterse). Si es más pequeño, simplemente déjalo en el lugar oportuno con la puerta abierta.
- Tu perro lo mirará con curiosidad y lo examinará a fondo. Tal vez, él solo se anime a entrar, olisquear y curiosear. Puede ayudar colocar en el interior del transportín alguna manta, algún juguete del perro o un cojín que le guste.
- Si tu perro no se anima a entrar, dedica unos minutos cada día a enseñarle que debe hacerlo. Es fácil si le indicas que entre (sin cerrar la puerta) y le premias con una golosina perruna cada vez que lo haga.
- Convierte el entrenamiento en un juego. Haciendo que entre y salga varias veces mientras refuerzas su conducta con el premio correspondiente.
- Cuando ya esté familiarizado con el transportín, llega el momento de cerrar la puerta. Un buen truco es colocar algo de su interés en el interior y cerrar. Por ejemplo, juega a tirarle su pelota y, una de las veces que te la traiga, déjala dentro. Verás que tiene todo el interés del mundo en entrar. Abre la puerta del transportín para que coja su juguete y déjalo dentro unos minutos "encerrado", para, seguidamente, dejarlo salir.
- Practica este ejercicio prolongando. Poco a poco, el tiempo de permanencia en el interior del transportín.
Cuando veas que no le supone un problema estar unos minutos dentro, haz una primera prueba y da un paseo corto llevando al perro en su transportín. Si sigues estos pasos, tu mascota superará la prueba sin agobiarse y podréis viajar juntos y a gusto a cualquier parte.
