Cómo pasear a perros grandes y no morir en el intento
Un Pastor Alemán, un Mastín, un Gran Danés, un Dogo, un San Bernardo… son razas de perros de gran tamaño y fuerza pero que necesitan, igual que un caniche, un buen paseo en el que disfrutar del aire libre y en el que hacer el imprescindible ejercicio. Si quieres salir a la calle con tu “perrazo” con total tranquilidad y dejando claro quien pasea a quien, toma nota de estos principios básicos.
Su tamaño puede llegar a resultar imponente pero, en realidad, pasear a un perro grande no tiene mayor complicación que si se tratase de uno pequeño, siempre que le eduques y logres esa complicidad única e imprescindible que haga que tu mascota y tú tengáis un paseo siempre agradable y sin complicaciones.
Su peso y tamaño pueden hacer que "vueles” tras la correa si algo llama su atención y decide salir corriendo en el momento que menos te esperas. Ese es el principal secreto para pasear a perros grandes: lograr que siempre esté centrado en tus movimientos. ¿Cómo? Antes de sacar a la calle a tu perro, debes enseñarle a caminar a tu paso, de manera tranquila y sin tirones. Para conseguirlo, tanto si es cachorro, como si es un perro adulto, ayúdate de sus golosinas favoritas. Sus primeros paseos contigo han de ser cortos y debes aprovechar para iniciar tu “entrenamiento”. Haz que ande a tu paso y cuando veas que se “despista”, muéstrale ese pequeño premio que llevas contigo y que le darás si permanece a tu lado. Ante cualquier tirón, detente y haz que se siente. Si lo hace, dale su premio y continua la marcha.
Tres trucos para pasear perros grandes
Cuando los paseos diarios ya sean una rutina, no tendrás problemas a la hora de sacar a tu perro por grande y fuerte que sea. En ningún caso dar un paseo debe convertirse en una batalla campal a ver quién puede más. El perro no es consciente de su fuerza. Debes ser tú quien deje claro que el ritmo a seguir es el tuyo. Siempre es mejor recurrir al premio que al castigo. Acaricia a tu “grandullón” cada vez que vaya a tu lado y frena cualquier conato de tirón con una parada en seco y de manera firme. Además, hay tres consejos que pueden venirte muy bien:
Haz que se canse
Un perro grande, sobre todo si se trata de determinadas razas, necesita hacer ejercicio y soltar adrenalina. Es una buena idea combinar los paseos tranquilos con algo de carrera ( así hacéis deporte los dos) o, si lo prefieres, con un rato de libertad en algún espacio específico donde los animales puedan estar sueltos. Si tu perro se muestra constantemente inquieto durante el paseo, tal vez necesite algo más de actividad. Dársela es la mejor manera de conseguir que se mantenga saludable y que disfrute de los ratos en los que la idea es caminar tranquilos. Todo tiene su momento.
Utiliza los accesorios de paseo adecuados
Los accesorios de paseo son especialmente importantes si hablamos de perros grades. Elige un arnés o collar que le resulte cómodo y, en general, procura llevar la correa corta para que en un momento dado puedas “frenarle” más fácilmente. Como sugerencia, las correas extensibles pueden venirte muy bien. Con ellas, puedes dejar al animal más suelto cuando sea posible (lugares poco transitados) y acercarlo a ti cuando resulte aconsejable.
Confía en tu perro
Un perro de gran tamaño no es por norma un perro peligroso. Enséñale a obedecerte, pero deja que se socialice, es decir, permite que se acerque a otros animales y personas. A veces, tendemos a no dejar que el pobre animal disfrute de su paseo porque es grande y puede "asustar". Para prevenir situaciones no deseadas, le llevamos excesivamente sujeto, sin dejarle olisquear o aproximarse a nada ni a nadie. Es un error común a evitar. Deja que tu perro grande se acerque a uno más pequeño con las debidas precauciones (correa), así, para él será algo normal y no tendrá mayor empeño en tirar de ti cada vez que vea algo que se mueve.