Como su nombre indica los collares de entrenamiento del perro tienen un objetivo específico, enseñar al animal a realizar determinadas acciones o a evitar conductas caninas inapropiadas. Un collar de entrenamiento canino es un accesorio útil y seguro en momentos determinados siempre que se maneje de la manera correcta, para que, en ningún caso, pueda suponer daño para el can. Si vas a utilizar un collar de entrenamiento con tu mascota, aprende a usarlo.
Si los collares para perros son bien empleados no son ninguna herramienta de "tortura", pero hay que conocerlos y saber utilizarlos de forma adecuada para que cumplan su función: entrenar al perro y no hacer daño. Si quieres adiestrar a tu perro y enseñarle, por ejemplo, a caminar a tu lado sin tirar de la correa, a permanecer inmóvil cuando se lo indiques o a realizar ejercicios más complejos como subir una escalera o esquivar un obstáculo, un collar de entrenamiento, unido siempre a un refuerzo positivo, es un instrumento básico para lograrlo.
Consejos para utilizar un collar de entrenamiento canino
Existen distintos tipos de collares de entrenamiento canino para ayudarte a educar a tu perro. Es importante de entre todos los tipos de collares para perros que existen, elegir el adecuado y colocarlo correctamente. Los más habituales son los collares de semi ahorque para entrenar al can (similares a los de ahorque pero más seguros). Funcionan de manera que, al tirar de la cadena, el collar presiona el cuello del animal con el objetivo de provocar en él una reacción determinada. Su misión es educar al perro y corregir un comportamiento o acción errónea, pero para que el uso del collar de entrenamiento del can sea el correcto debes tener en cuenta las siguientes premisas:
- Un collar de entrenamiento siempre debe elegirse atendiendo a las características morfológicas de cada perro, de su raza, de su peso y de su tamaño para encaje a la perfección y no resulte molesto antes de tiempo (especial atención al grosor y musculación del cuello del animal).
- Otro consejo básico para utilizar collar del entrenamiento es como ya hemos comentado, que esté bien colocado para que el perro reaccione a la mínima presión. Insistimos, su función es avisar al perro y no hacerle daño. Si educando a tu perro tienes que tirar una y otra vez del collar de entrenamiento porque tu mascota no obedece, lo más probable es que el collar sea inadecuado o esté mal puesto.
- Cuando manejes el collar, recuerda que la presión sobre el cuello debe durar un mínimo instante y siempre se aplicará tras la desobediencia a una orden concreta, que puede ser una palabra o un gesto. Así lo hacen los entrenadores profesionales. Primero se le da la orden básica al perro, por ejemplo: “quieto”, si el animal sigue la indicación no es necesario tirar de su collar (confundirías al perro). Solo si no se detiene, recurriré al mecanismo de ahorque del collar para que lo haga.
- Usa el collar con tiros de correa firmes y cortos. Es la mejor manera de que este elemento del entrenamiento cumpla su función evitando cualquier tipo de lesión.
- Cuando tu perro lleve puesto un collar de entrenamiento y camines junto a él, recuerda que la correa no debe estar tensa de manera permanente y que solo debes tirar en caso necesario y durante escasos segudnos.
- Nunca dejes atado a tu perro con el collar de entrenamiento puesto. Es peligroso. Siempre que lo lleve puesto, debes estar pendiente de sus movimientos.
Cuándo recurrir a un collar de adiestramiento para el can
En los primeros paseos con un perro joven, los collares de entrenamiento pueden resultar muy útiles para enseñar al animal las normas básicas que debe seguir para que los dos disfrutéis de un paseo agradable. También viene bien en el caso de animales corpulentos y vigorosos a los que resulta difícil controlar.
Recuerda que un collar de estas características nunca debe ser de uso habitual porque tiene una finalidad muy concreta y no es demasiado agradable para tu mascota. Por eso, es buena opción alternar el uso de un collar de adiestramiento, para enseñar ejercicios puntuales, con otro de paseo, con el que tu perro pueda ir junto a ti más relajado, es una buena idea.
Recuerda por último, que en perros menores de seis meses, los collares de adiestramiento no son aconsejables.