7 cosas que nos enseñan los perros
Normalmente somos nosotros los que le enseñamos al perro, ya sean las normas básicas como hacer sus necesidades en la calle, no subirse al sofá, o trucos de lo más sofisticado. Sin embargo, los perros también pueden ser el profesor. Quizá pasen desapercibidas para la mayoría de la gente, pero los perros también nos dan lecciones de lo más interesantes. Podemos aprender un montón de nuestro amigo canino.
Acciones, no palabras
Las palabras se las lleva el viento. En cambio, las acciones se quedan siempre en la retina. Nuestro perro no puede hablar, pero seguro que con el paso del tiempo aprendes a interpretar su lenguaje corporal: cuando tiene miedo, cuando está preocupado, si le apetece jugar o salir a pasear... Con las personas pasa lo mismo, el lenguaje corporal es muy importante pero a menudo lo ignoramos y nos limitamos a atender únicamente el lenguaje verbal.
Hay que ser claros al hablar
Cuando nos dirigimos a alguien muchas veces damos demasiados rodeos para decir lo que queremos. Si hacemos lo mismo con nuestro perro lo acabaremos volviendo loco, no entenderá nada de lo que le decimos y no acatará nuestras órdenes. Los perros nos enseñan la importancia de hablar claro, de forma concisa y con una entonación acorde las necesidades de cada instante, algo que al hablar con otras personas no siempre respetamos.
Carpe diem
Para bien o para mal, los recuerdos de los perros son totalmente diferentes a los de los humanos, y si ayer te decepcionaron o hicieron algo mal hoy ya no les preocupa. Por no hablar de lo que pasó hace un par de meses o 5 años atrás. Tampoco piensan en el futuro, los perros viven el presente, carpe diem en estado puro, y parece que les va muy bien. ¿Por qué no disfrutamos nosotros también del presente sin agobiarnos por un pasado que no podemos cambiar o un futuro incierto?
La lealtad
Pase lo que pase, siempre estarán a tu lado. En las buenas y en las malas, y eso es algo que no se puede decir de todas las personas. Siempre habrá quien se acerque a ti en los grandes momentos y te abandone en los difíciles. Los perros son leales por naturaleza, es algo que les queda de cuando sus antepasados vivían en manada y se apoyaban los unos a los otros. Gracias a esa lealtad podríamos desarrollar unas relaciones fuertes, positivas y, lo más importante, que durasen de por vida.
A guiarnos por nuestros instintos
Nosotros también tenemos instinto animal, pero tiene una dura competidora: la razón. El sentido de la razón es lo único que nos diferencia del resto de animales como los perros, y muchas veces nos echa para atrás. Sin embargo, los perros actúan por instinto, lo que les permite vivir al máximo como decíamos antes. Sin embargo, nosotros oprimimos ese instinto animal y tal vez deberíamos darle un poco más de libertad.
Sin miedo al fallo
A los perros no les asusta fallar. Si caen se levantan rápidamente, y difícilmente volverán a cometer el mismo error. Sin embargo a las personas nos da miedo equivocarnos, existe ese pánico al fracaso que muchas veces nos impide avanzar en todos los aspectos de la vida. Deberíamos ser más como los perros, actuar sin miedo al fracaso y aprender de los errores para seguir creciendo.
A disfrutar de la comida
Quizá sea porque nosotros deberíamos comer 5 veces al día y la alimentación de los perros es una o dos al día, o porque luego tenemos remordimientos por haber comido demasiado, o porque nos complicamos la vida en busca de alimentos hipersaludables y de moda, pero los perros disfrutan de sus comidas, y nosotros somos incapaces de hacerlo al mismo nivel. Además, a la hora de comer no hay nada que pueda distraerlos.
Existen más cosas que podemos aprender de nuestro perro. Descúbrelas todas y disfruta al máximo de tu can.