Las seres humanos no somos los únicos habitantes del Planeta ni los únicos que tenemos una serie de derechos por el hecho de ser personas. También los animales tienen derechos fundamentales, aunque en demasiadas ocasiones sean vulnerados. Nunca está demás repasarlos para tenerlos siempre muy presentes.
La Declaración Universal de los Derechos de los Animales fue aprobada por la UNESCO en 1978 y posteriormente ratificada por la ONU. En su preámbulo, deja bien claro que los animales tienen derechos y que reconocerlos y respetarlos es esencial para garantizar la coexistencia entre todas las especies que compartimos un único mundo.
La ONU habla de los crímenes y genocidios que el hombre ha podido cometer a la largo de la historia contra los animales, incidiendo en la importancia educar desde la infancia en el respeto a los animales.
¿Cuáles son los derechos que tiene tu perro?
La Declaración recoge derechos generales de todos los animales, pero los que afectan a los animales domésticos y en concreto a tu mascota son:
Derecho a la vida y a la existencia
Es un derecho esencial de cualquier ser vivo pero la declaración va más allá y especifica en su artículo 6º que si has escogido a un animal como compañero, éste tiene derecho a que “la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural”. Sacrificar a un animal porque nos hemos cansado de él es, por tanto, un crimen inaceptable.
Respeto
Sí. Los perros no solo tienen derecho a vivir sino a hacerlo contando con toda la atención, los cuidados y la protección por parte del hombre que ellos necesitan. El hombre no puede explotarlos de ninguna de las maneras posibles, es más, debe poner sus conocimientos al servicio de los animales para procurarles una vida digna.
Ni malos tratos ni actos crueles
Hacer sufrir a un animal no solo es inmoral también es un acto que atenta contra sus derechos básicos. La Declaración especifica que si un animal ha de ser sacrificado por alguna circunstancia inevitable, su muerte siempre ha de ser instantánea e indolora, y debe realizarse en el veterinario. Cualquier acto que implique la muerte innecesaria de un perro (u otro animal) es un biocidio, un crimen contra la propia vida.
Crecer a su ritmo y en libertad
No solo las especies salvajes tienen derecho a vivir en su propio ambiente y en su hábitat natural, también tu perro, aunque compartan su existencia contigo, tiene derecho a las condiciones de vida y al grado de libertad propios de su especie.
No a la explotación con fines de esparcimiento
Los perros no están para entretener y divertir a los seres humanos. La Declaración recoge que cualquier espectáculo o exhibición dedicada a este fin es incompatible con los derechos del animal. Las escenas de cine en las que son víctimas o sufren algún maltrato tampoco son aceptables. Evita cualquier tipo de adiestramiento o entrenamiento específico que tenga este objetivo.
No a la experimentación
Probablemente no es el caso de tu perro pero son muchos los animales que se utilizan con fines experimentales (médicos, científicos e incluso comerciales). Estos experimentos son contrarios a sus derechos.
Los derechos del perro en la legislación española
La Declaración de la Naciones Unidas no hace más que recoger los derechos que cualquier amante de los animales sabe que tienen. Alimentación, cuidados sanitarios, condiciones de vida digna y aunque la ONU no lo diga, también cariño… son derechos del perro que a más de uno habría que recordar.
La Declaración establece que estos derechos deben ser defendidos por Ley y es en este punto donde radica el problema, porque la legislación actual presenta graves lagunas. Poco a poco las penas contra aquellos que no respetan los derechos de los animales se han ido endureciendo pero aún queda mucho por hacer.
La última reforma del Código Penal, considera delito el “maltrato injustificado a un animal” pero cada comunidad autónoma establece leyes propias destinadas a la defensa de los animales, algo que crea confusión y resta efectividad a la hora de castigar a aquellos que no respetan sus derechos.
Los perros no pueden reivindicarlos pero todos debemos intentar que sean respetados.