Diferentes tipos de perro según el lenguaje corporal

Nuestro perro puede tener muchas caras dependiendo el lenguaje corporal que emplee en cada momento. Por ello os hacemos un breve esquema para que lo reconozcas al instante.

Cómo interpretar el lenguaje canino corporal

Saber leer el lenguaje corporal nos ayudará con el adiestramiento canino de nuestra mascota.

• Perro asustado: muestra los ojos muy abiertos, gira la cabeza  mirando hacia el lado contrario, pupilas dilatadas, la cola entre las patas o hacia abajo movimientos rápidos y ladridos cortos. Normalmente puede mostrar erizado el lomo, aunque depende de la raza del perro. Si el perro nos enseña los dientes, tiene las orejas hacia atrás y el rabo entre las piernas a la vez que nos gruñe o nos ladra, no estamos ante un perro dominante agresivo, sino ante un perro asustado que se está defendiendo. Si en este caso regañamos a nuestro perro o lo castigamos lo frustraremos porque no entiende la situación.

• Perro dominante: Acepta que otro perro le lama los labios, pone el mentón o la pata en el hombro de otro perro, mira fijamente. Puede incluso que el perro se tumbe con la tripa hacia arriba pero eso sí mirando a los ojos al otro perro. Montar a otro perro también puede ser un signo de dominación. Por otra parte, un perro dominante estará en posición de ataque si tiene las orejas rectas y mostrando la dentadura. Nos amenaza si tiene la cola y las orejas erguidas, nos mira a los ojos sin parpadear y muestra la espalda erizada.

• Perro sumiso: lamerá los labios de otro perro, tendrá las orejas erguidas pero no tanto como en el caso anterior y  la cola baja. Si pretende establecer contacto como miembro sumiso tendrá la misma postura pero con las orejas hacia atrás. Mostrará máxima sumisión si se tumba con la tripa hacia arriba y con el rabo entre las piernas.

• Nos invita a jugar: si inicia una "reverencia", estirando las patas delanteras y arqueando la espalda, o estirando una pata. Si al jugar sus labios cubren los dientes significa que están relajados y jugando. No debemos asustarnos si mientras juegan dos perros se montan, es una forma de vincularse, no tiene carácter sexual.

• Perro estresado: puede ser debido a la frustración o miedo. Los signos son gemir, orinarse, tener las orejas hacia atrás, respiración rápida, cola más abajo de lo normal, rascarse, bostezar y parpadear en exceso. Muchas veces ladran ante otro perro, normalmente por frustración.

• Perros que muestran señales de calma: se mueven lentamente, en círculos, se sientan , se tumban, se hacen los distraídos, bostezan. Todas estas señales pueden ser para resolver o evitar una agresión.

¿Qué hacer según el lenguaje corporal de nuestro perro?

Si detectamos que nuestro perro está excitado, o agresivo una manera de solucionarlo es calmarlo llevándolo unos metros más allá de donde se está sucediendo la acción, o llamándolo con un tono enérgico pero firme, dandole un tiempo fuera. Si mientras nuestro perro se relaciona con otros perros se olfatean el trasero, juegan, se ladran al oído  o se montan, es como ellos juegan, En este caso podemos estar tranquilos pero no está de más tenerlos vigilados atentos a las señales que nos envían.

Cuando sentimos que nuestro perro nos protege solemos pensar que es bueno, pero en realidad no es por lealtad sino porque nos considera una pertenencia, no su líder. Muchas veces nuestros perros nos dominan y ni siquiera somos conscientes. Esta situación es peligrosa porque si pretendemos corregirle puede que intente incluso muerda. Él se considera el líder y por tanto con permiso para corregirnos a nosotros. De ahí la importancia de ser los líderes las 24 horas del día, si dejamos en algún momento un vacío de poder él lo ocupará.