¿Cómo cuidar a un perro con displasia de cadera?
La displasia de cadera es una malformación de la articulación coxofemoral del perro, la articulación que une la cadera y el fémur del animal. La displasia de cadera en el perro requiere de un tratamiento severo que pueda mejorar la calidad de vida del animal, ya que es una enfermedad de carácter degenerativa. En los casos más extremos puede dejar al animal incapacitado, así que conviene seguir unos cuidados básicos para los perros con displasia de cadera con los que en la medida de lo posible se puedan paliar los problemas causados por este problema de salud.
Así, los cuidados y atenciones que necesita un perro con displasia coxofemoral pueden dividirse en dos partes. Por un lado el farmacológico y por otro los hábitos del perro. Respecto al los cuidados farmacológico para los perros con displasia de cadera, deben administrarse siempre bajo el control y seguimiento de nuestro veterinario y se basan en antiinflamatorios, analgésicos y condroprotectores, un medicamento para el perro que protege el cartílago. Para reforzar la musculatura y reducir el dolor podemos llevar al fisio para que le masajee la zona.
En cuanto a los hábitos del perro con displasia coxofemoral hay varias cosas a tener en cuenta. Lo principal es que el can tendrá que seguir una dieta y alimentación especial para perros con displasia de cadera. También por desconectado, hay que controlar el ejercicio del perro en todo momento. Igualmente, existen piensos especiales para perros con displasia de cadera, un alimento bajo en grasas o fibra, moderado en proteínas y rico en ácidos grasos saludables. Además, a un perro con displasia de cadera hay que darle los nutrientes necesarios para que no corra el riesgo de padecer sobrepeso, una de las causas de la displasia de cadera y que puede agravar el problema.
Otra de las posibles causas de que el perro padezca displasia de cadera es que durante el periodo de crecimiento el can haya hecho ejercicios inapropiados para un perro de su edad o características, lo que ha provocado esa malformación en la cadera. Una vez diagnosticado, regularemos el ejercicio que haga para evitar que haya demasiados impactos en sus articulaciones. Eso no quiere decir que el can no salga de casa, pero evitaremos largos paseos aunque aumentaremos el número de salidas diaria para llegar a los 30 minutos de ejercicio.