Puede ser que alguna vez te veas obligado a limpiar los sacos o glándulas anales de tu perro. Los sacos anales como su propio nombre indica, los encontramos en el ano del animal, que a veces es incapaz de vaciar las glándulas anales completamente por sí solo, así que necesitará una ayudita externa. Quizá el veterinario te haya enseñado a hacerlo, pero vamos a explicarte paso a paso cómo limpiar los sacos anales de un perro en pocos minutos:+
- Lo primero de todo será localizar las glándulas. Estos saquitos están en la parte inferior de la apertura anal del perro, y masajeando ligeramente el ano del animal las encontrarás. Si los sacos anales están muy inflamados los verás rápidamente.
- Utiliza guantes de látex y pídele a alguien que te ayude a sujetar al animal para que no se siente al apretarle los sacos anales. Coloca una gasa o un pedazo de papel en el ano del perro para evitar que salpique el líquido de los sacos.
- Para vaciar los sacos haz presión desde fuera con los dedos índice y pulgar, como si fuese plástico de burbujas. Aprieta primero una glándula y luego la otra.
- Nunca aprietes más de una vez cada glándula. Estamos actuando en una zona muy sensible de la anatomía del animal, y con apretar una vez sobra. Si ves que todavía queda algo de líquido en el interior de los sacos anales, límpialo pero no vuelvas a apretar o tu amigo de cuatro patas no te lo perdonará.
De esta manera, habrás conseguido limpiar las glándulas anales de tu perro. Es una operación que no deberíamos hacer más de una vez al mes, y al acabar de limpiarlas podemos premiar al perro con una galleta o una golosina. Si ves que la inflamación de las glándulas anales del perro vuelve a aparecer en pocos días o semanas, quizá el veterinario recomiende un tratamiento más drástico, que puede incluir una operación para extirparle los sacos anales. Como consejo, es conveniente que antes de la primera vez en la que practicas el proceso de limpieza de los sacos anales es conveniente que asistas una primera vez a la consulta del especialista.