¿Cómo puedo pasear a mi perro con arnés?

En general, existen pocas diferencias a la hora de pasear a un perro con collar tradicional o con arnés. Algunos consideran que este último es mejor para el animal, pero lo primero que tienes que comprobar es cuál de los dos sistemas resulta más cómodo tanto para tu perro como para ti.

Existen distintos tipos y modelos de arneses y el secreto para que el paseo resulte agradable radica en elegir el que mejor va a tu mascota y en ponérselo de la manera correcta. Cuando vayas a adquirirlo, lleva a tu perro y pruébaselo. El arnés debe sujetar pero nunca apretar ni rozar las axilas del perro de manera que le resulte incómodo.


Antes de sus primeros paseos, haz que se familiarice con este accesorio y que ponérselo no suponga problema alguno. Si tu perro se pone nervioso con solo verlo, tal vez resultaría más sencillo recurrir al pack collar – correa.

¿Cómo llevar al perro con arnés?

Son muchas las ventajas del arnés. El perro va bien sujeto y no sufre tirones en la delicada zona del cuello. A la hora del paseo, lleva una correa con la longitud adecuada, de al menos dos – tres metros. El arnés permite al perro una mayor libertad de movimientos y no debes preocuparte porque a la hora de controlar al animal, resulta tan efectivo como si llevase collar.

Deja que el perro disfrute sin llevar la correa tensa y, solo en caso necesario, recorta distancias sujetándola a solo un metro del arnés. Es un error pensar que con el arnés resultará más difícil controlar al perro (por ejemplo si un gato u otro can se cruzan en su camino).

Con el arnés, no tienes que “tirar” más fuerte para frenarlo, simplemente con un giro de tu muñeca, tu perro notará el movimiento en la zona del pecho y en sus patas delanteras y obedecerá tu orden sin necesidad de un gran esfuerzo y evitando posibles daños en su cuello.

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