¿Cómo saber si mi cachorro tiene moquillo?
Aunque puede afectar a perros de todas las edades, el moquillo es una enfermedad que tiene una incidencia especial en los cachorros. Sus defensas todavía están bajas, son demasiado jóvenes para vacunarse y este virus se aprovecha del un sistema inmune inmaduro para hacer de las suyas. Es una enfermedad muy contagiosa, incluso para otras especies -no las personas o los gatos-, así que es importante identificar sus síntomas y acudir urgentemente al veterinario para que nos recomiende un tratamiento.
Por desgracia para nosotros, el moquillo en los cachorros tiene un montón de evidencias así que lo podemos confundir con otras enfermedades. Aún así, en el caso de los cachorros es habitual que tenga problemas a la hora de respirar, como tos o bronconeumonía, además de una secreción nasal verdosa. Se queda amarrada a la nariz, secándose, como si fuese una costra. Algo parecido pasa en las almohadillas de las patas, que se endurecen.
También se forman legañas, y el perrito puede tener vómitos o diarrea. Otro de los síntomas que indican el moquillo en los cachorros, son los dientes, que también se pueden ver dañados: si ha afectado a la formación del esmalte tendrá los dientes de un color amarillo o marrón. Si no se detectan estos síntomas a tiempo y el moquillo avanza el can puede sufrir problemas neurológicos, como tics o movimientos involuntarios irreversibles, convulsiones y problemas para andar.
Si el diagnóstico llega a tiempo, el tratamiento contra el moquillo funcionará y el animal pronto estará recuperado del moquillo. Si has adoptado al cachorro o lo acabas de comprar asegúrate de que lo han vacunado -la vacuna es la mejor forma de prevenir esta enfermedad-, y cumple con las revacunaciones anuales. Ya sabes que adoptar es infinitamente mejor que comprar, pero si optas por esta segunda opción pide los 15 días de garantía para reclamar en caso de enfermedades víricas como el moquillo -tardan una semana en incubarlo-.