Si tu perro está padeciendo una otitis, no tardarás en notar que algo malo le ocurre a tu mascota, porque ésta es una dolencia realmente molesta para el animal que hará que se muestre alicaído y tremendamente incómodo.
La otitis tiene diversas causas y también distintos grados de intensidad. La presencia de algunos ácaros -que parecen tener predilección por los oídos caninos-, de un cuerpo extraño o parásito, una infección bacteriana o vírica… suelen ser el origen de una otitis que puede afectar únicamente al pabellón auricular externo, o bien alcanzar el oído medio y el tímpano. Cuanto más extendida y más profunda sea la infección, más dolorosa y difícil de tratar resultará este problema de oído.
Si tu perro tiene una otitis, no soportará que le toques sus orejas y es muy probable que, ante una cariñosa caricia en su cabeza que roce sus orejas, suelte un lamento de dolor. Ese es un síntoma claro y debes acudir al veterinario para que te ofrezca un diagnóstico y soluciones.
Otros síntomas que indican otitis
Además del malestar general y del hecho de evitar a toda costa que toques sus orejas, otros síntomas de otitis evidentes son:
- El perro inclina la cabeza hacia un lado, sobre todo si la otitis solo está presente en un oído.
- Se rasca constantemente con su pata la oreja afectada y puede incluso provocarse heridas.
- Mueve la cabeza con fuerza, como si estuviese diciendo “no”. Algo le molesta en sus oídos e intenta quitarlo de esta manera.
- Es frecuente que el oído desprenda un olor anormal y desagradable. También observarás a simple vista que supura una sustancia que puede ser de color amarillento o marrón, dependiendo del tipo de infección que esté sufriendo.
- En los casos más graves, el perro puede presentar, además, problemas de equilibrio, especialmente si hablamos de una otitis que esté afectando al oído interno.
Ya sabes, ante cualquiera de estos síntomas que puedan derivar en una de las enfermedades en el oído, tu perro necesita atención médica.
