¿Cómo tratar la displasia de cadera de los perros?

Muchos perros padecen displasia de cadera o coxofemoral, una enfermedad ósea hereditaria que es muy dolorosa. La displasia de cadera es degenerativa, así que si no la tratamos a tiempo será cada vez más dolorosa, llegando a incapacitar por completo al perro si no se hace nada al respecto. Pero antes de hablar del tratamiento de la displasia de cadera, hay que indicar que suele desarrollarse a los 5 o 6 meses de vida del perro, aunque a veces lo hace en la edad adulta.

Por desgracia, la displasia de cadera no tiene cura, pero sí que podemos tomar medidas junto a nuestro veterinario para minimizar los efectos de la displasia de cadera en nuestro amigo. Por una parte, la displasia de cadera se trata con antiinflamatorios y analgésicos, además de condroprotectores, los medicamentos que sirven para proteger el cartílago. Hay que controlar el ejercicio que hacen los perros, que para no forzar las articulaciones en exceso deberán seguir una dieta y evitar el sobrepeso.

Más allá del tratamiento farmacológico,  existen ciertos tratamientos naturales para la displasia de cadera en el can mediante los que puede asistir a sesiones de fisioterapia, masaje o hidroterapia con las que reforzar su musculatura y aliviar el dolor. En ningún caso sustituirán la medicación, son tratamientos complementarios; aunque son tratamientos de por vida que le harán ganar en calidad de vida. En los casos más extremos, cuando este tratamiento no funciona, podemos acudir a una operación quirúrgica para la displasia de cadera en el perro siempre y cuando la edad del perro, la salud y el estado del perro lo permitan y el veterinario lo recomiende.

El postoperatorio de la displasia de cadera en el can es simple, y nos podremos olvidar de algunas restricciones, aunque hay veces en que la operación no es efectiva. Lo habitual es una triple osteotomía pélvica, una remodelación quirúrgica de la pelvis con una placa que impide el desplazamiento del fémur; y si no es posible se puede realizar una artoplastia, la extirpación de la cabeza del fémur. Por último, existe la opción de colocar una prótesis artificial en vez de la cadera.