Cuáles son los síntomas de los perros con problemas oculares
Cualquier enfermedad o problema de salud de tu perro debería preocuparte, y los problemas oculares no son ninguna excepción. Igual que nos pasa a las personas, lo perros pueden tener afectada la vista, pero por suerte hay una serie de síntomas que nos alertan del problema. Los ojos rojos, el lagrimeo, el picor o la sequedad son algunos de los síntomas más evidentes de problemas oculares caninos.
También es posible que, cuando el perro tenga un problema que le impida ver bien, aumenten los tropiezos que padece, tanto con los escalones o bordillos que hay en casa o por la calle cuando sale a pasear como los tropiezos nocturnos, cuando el perro se mueve a oscuras por casa. Problemas como la conjuntivitis, el glaucoma, las cataratas o los ojos secos no son exclusivos de las personas, los perros también los sufren.
Sin embargo, los perros tienen una capacidad innata para adaptarse a estos hándicaps, y la pérdida de visión o el problema ocular lo intentarán compensar con el resto de sentidos. Es fácil que los canes se acostumbren a la nueva situación, lo que nos dificultará descubrir el problema ocular del animal. Por eso, a la mínima sospecha, es importante considerar si el animal presenta alguno de los síntomas que hemos descrito antes, por si debemos acudir a la visita del veterinario, aunque el problema no sea muy evidente.
Por fortuna, todas las enfermedades oculares de los perros se pueden tratar y curar sin demasiada dificultad. La mayoría de perros tendrán varios problemas oculares a lo largo de su vida, la mayoría de ellos por culpa de ramas y arbustos, la tierra, el polvo o el polen. Más allá de estos agentes naturales, hay enfermedades oculares provocadas por virus o bacterias, y también hay problemas en los ojos que tienen una procedencia genética. Cuanto antes reconozcas los síntomas de los problemas oculares, antes podrás tratar al perro.