Ante esta pregunta, lo primero que hay que recordar y tener en cuenta es que las vacunas son una medida preventiva para la salud del animal, por lo que siempre es aconsejable ponerle las vacunas a tu perro cuando es cachorro, siguiendo el calendario de vacunación establecido por los veterinarios.
Por lo general, las vacunas resultan más eficaces en los cachorros, porque el sistema inmunológico de los cachorros aún no está del todo desarrollado. Por eso, es en este momento cuando los perros están más expuestos a virus y bacterias.
En el caso de los perros adultos, cada caso es diferente. Puede ocurrir que una determinada vacuna resulte totalmente innecesaria porque tu mascota, de tres o cuatro años, ya ha estado en contacto con el virus o la enfermedad de la que pretendes protegerle, por ejemplo el que provoca el moquillo. Tal vez no te hayas ni enterado o quizás has visto cómo padecía la enfermedad durante unos días pero, en ambos casos, él ha superado esa prueba y tiene anticuerpos suficientes para no volver a sufrir el ataque. La vacuna, pues, sobra. Así, en estos casos es efectivo vacunar a un perro cuando es cachorro, ya que nos aseguramos que cumpla con todos los requisitos para evitar cualquier enfermedad.
También, en algunas enfermedades graves como la leishmaniasis, si tu perro ya la ha contraído, la vacuna es totalmente ineficaz, pero si no la padece, aunque sea mayor, puede ser una opción que debes considerar, especialmente si habitas en zonas de riesgo y propicias a dicha enfermedad. Ahora bien, no hay que confundir este tipo de vacunas con las de refuerzo, por ejemplo la rabia, pues éstas deben continuar administrándose anualmente a los animales aunque ya sean adultos. Por tanto, la efectividad para vacunar a un perro adulto o a un perro cachorro dependerá casi siempre de la vacuna en cuestión y de
En cuanto a la efectividad, la vacuna siempre actúa, aunque sea en mayor o menor medida. Si tienes un perro que nunca antes ha sido tratado, debes consultar al veterinario sobre la mejor manera de protegerle. Es importante conocer los posibles efectos secundarios que la vacunación tardía podría provocarle, porque, seguramente, no serán iguales a los que puede experimentar un cachorro. En estos casos, un examen previo para conocer la salud general del animal resulta imprescindible.
