Una de las decisiones más complicadas que debes tomar sobre tu perro, y sobre muchas otras mascota como los gatos, es si los esterilizas o no. Si tú también te estás planteando esterilizar o no a tu perrito, la pregunta que deberías hacerte es “¿quiero cruzar a mi perro?” Si lo quieres cruzar, está claro que la respuesta es no, pero si no quieres que tu perro críe la esterilización o la castración son la mejor opción prácticamente siempre.
Diferencias entre esterilización y castración canina
Si tienes claro que el perro no va a criar se abre el debate entre esterilización y castración canina. Solo tu veterinario de confianza sabe cuál es la mejor opción para tu mascota, ya que es el que mejor la conoce y el único que puede resolverte las dudas relacionadas con estas operaciones. Esterilizar a un perro consiste en ligarle las trompas (hembras) o una vasectomía (machos), en la castración se les extirpa el aparato reproductor.
Las ventajas de la esterilización del perro y de la castración son las mismas: nos evitamos embarazos no deseados, el embarazo psicológico en el caso de las perras y también se reducen considerablemente las posibilidades de que el animal sufra un tumor o cáncer en zonas como la próstata, los ovarios o las mamas, especialmente si se hace antes de que alcance la madurez sexual (el primer celo de las perras, alrededor del año los perros).
La esterilización no elimina el deseo sexual ni la producción de hormonas. Ellas seguirán teniendo el celo -sin poder quedarse embarazadas- y ellos las intentarán montar. Tendrás que estar atento para evitar incidentes, aunque con la garantía de que no habrá embarazo. La esterilización tampoco apacigua el carácter dominante del perro, y puede ser un punto importante a la hora de optar por la castración. Tanto la esterilización como la castración son buenas opciones, solo tienes que elegir la que más te convenza.