¿La menstruación irregular tras el parto del perro es normal?
Igual que el parto puede alterar la menstruación de las mujeres, en el caso de las perras te puedes encontrar con que, una vez ha parido, tiene una menstruación irregular. La recuperación del perro tras el parto es rápida, lo que no quita que pueda sangrar durante el puerperio, el periodo que sigue al parto. No hay que confundir ese sangrado, que puede durar hasta 15 días, con la menstruación, ya que se trata de coágulos.
Poco a poco irán disminuyendo esas pérdidas sanguíneas vulvares. Si ves que se prolongan más allá de las 3 semanas deberías llevar a tu perra al veterinario, ya que quizá tenga alguna bacteria. En el puerperio las perras experimentan cambios hormonales, ya que desaparece la hormona de gestación y también las que provocan el parto. En cambio aparecen las hormonas que producen leche; y como cada cambio hormonal pueden manifestarse en una menstruación irregular.
Normalmente los perros menstruan dos veces al año, cada seis meses; pero el parto puede alterar esta frecuencia en los primeros celos. Las perras no sufren la menopausia, pero a medida que se hacen mayores el tiempo entre celos se prolonga, lo que puede explicar esa irregularidad en la menstruación tras el parto del perro. Si la ovulación no se ha completado es posible que se acorte, algo que suele ser sinónimo de infertilidad. Además, asociado a esta consecuencia, tu perra puede llegar a tener gases tras el parto, por lo que en ambos casos debes tener en cuenta la alta presencia de fibra e hidratos.
Si nos fijamos en el calendario, es fácil que pasen más de seis meses entre el parto de la perra y su siguiente celo. Tras este momento llega la cuarentena del perro, que se puede alargar semanas, y luego tenemos esos 4 meses previos al celo. Recuerda que no hablamos con precisión, sino que son cifras aproximadas y puede variar de un perro a otro. Es más, en el caso de las razas de perros grandes pueden pasar fácilmente 8 meses hasta la siguiente menstruación así que no te preocupes.