Se calcula que aproximadamente 8 de cada 10 perros suelen comer hierba o pasto de forma regular, y lo cierto es que lo hacen por diferentes motivos. Pero ¿pueden los perros comer hierba o es una práctica que pone en peligro su salud?
Motivos por los que los perros comen hierba
En ocasiones, y aunque alimentemos a nuestro perro con una dieta variada y equilibrada, es algo relativamente normal que estas mascotas muestren cierta debilidad por la hierba y los brotes verdes de los parques y jardines por los que pasean.
Este gusto por la hierba y las gramíneas que se encuentran a su paso es un impulso genético ancestral que los perros han heredado de los lobos y que, sin embargo, no supone un hábito especialmente perjudicial para la salud de estos animales.
Lo que sí que se debe vigilar cuando un perro muestra cierta tendencia a comer hierba o pasto del campo es, precisamente, que estas plantas no hayan sido fumigadas recientemente con productos tóxicos que puedan poner en riesgo la salud del animal.
En ocasiones, los perros utilizan también la hierba y el césped de los parques y jardines como purgante, es decir, para provocarse el vómito cuando algo les ha sentado mal y les está causando una molestia digestiva intensa.
En general, el que el perro coma hierba y la utilice como purgante de forma ocasional no es algo malo. Sin embargo, si descubres que tu mascota ingiere hierba de forma habitual, debes sospechar que pueda tener alguna enfermedad del aparato digestivo que le obligue a llevar a cabo esta práctica con cierta frecuencia. En este caso, lo más recomendable es llevarlo al veterinario para que pueda detectar si el animal padece alguna enfermedad gastrointestinal que le obligue a comer hierba de forma habitual.
