Con la subida de las temperaturas en verano, las personas sudamos más pero ¿y nuestra mascota? ¿Suda nuestro perro o no? Esta duda nos lleva a pensar Inconscientemente que los perros sudan como los humano, por la piel, y tocamos su pelaje tratando de averiguar si está mojado por el sudor para así comprobar si tiene mucho calor o no. ¡Error! No debemos calcular el calor que tiene nuestro perro por el estado de su pelo o su piel ya que, independientemente de la raza que sea, los perros son de los pocos animales que no transpira por la piel ¿Por qué? Porque no tiene poros ni glándulas sudoríparas en la piel. Entonces... ¿cómo eliminan los perros el exceso de calor?
¿Por dónde sudan los perros?
Si bien es cierto que el pelaje de los perros les sirve para aislarse de la temperatura ambiente, tanto del frío como del calor, este no es un método infalible para mantener el cuerpo de los perros refrigerado. Y por ello cuentan con diversas partes del cuerpo por las que pueden eliminar el exceso de calor evaporando agua de su cuerpo.
1. Las almohadillas de las patas
Las únicas glándulas sudoríparas que tiene los perros están situadas en esta zona de sus patas. Estos cojines contienen una capa de grasa que no sólo les permite amortiguar sus pisadas y proteger a nuestra mascota de las altas temperaturas de las superficies que pisa, sino que además le permiten transpirar.
Por eso no es de extrañar que cuando hace mucho calor los perros dejen huellas húmedas a su paso. Este si puede ser un signo adecuado para detectar si nuestro perro tiene mucho calor, tanto como para estar sudando.
2. La boca
Dado que las glándulas sudoríparas de las almohadillas son muy pocas, en comparación con las que dispone el ser humano u otro animal de tamaño similar al perro, las almohadillas de las patas son insuficientes para garantizar una correcta transpiración del perro que le permita eliminar el exceso de calor. Por eso el cuerpo del perro recurre al trabajo en equipo y usa la boca para eliminar el exceso de calor a través de la lengua, los jadeos y la respiración acelerada.
Gracias a las glándulas salivales de la lengua del perro consigue aumentar la evaporación en su boca. Si observas estos síntomas en tu mascota quiere decir que tiene mucho calor y habrá que llevar a cabo los cuidados del perro necesarios para que no se deshidrate.
3. Las orejas y la cara
La refrigeración a través de la boca y la lengua también ayuda a que el aire que entra de nuevo en el perro esté más fresco, lo que reduce el calor de uno de sus órganos vitales: el cerebro. Pero además, el sistema natural del perro para eliminar el calor también dilata las venas de las zonas de las orejas y la cara para así ayudar al perro a rebajar la temperatura de su sangre.
No obstante, tanto si sabemos detectar o no los síntomas de exceso de calor de nuestro perro, es fundamental que lo mantengamos bien hidratado durante las altas temperaturas.