Cualquier cosa que se aleje del comportamiento del perro habitual es motivo de preocupación, y una de ellas son los estornudos. Si tu cachorro estornuda de vez en cuando no tenemos motivos para preocuparnos, pero cuando los estornudos son muy frecuentes sí que deberíamos hacerlo. Para saber qué hacer si tu cachorro estornuda mucho hay que conocer la causa, ya que el origen del problema nos indica la solución.
Por qué mi cachorro estornuda tanto
Una de las posibles causas de los estornudos en los perros son las alergias: polen, ácaros, productos de limpieza del hogar, otras mascotas, el polvo... A medida que el sistema inmune del perro se fortalezca verás como disminuyen los estornudos. También puede ser que, fruto de su gran curiosidad, el cachorro haya inhalado algo que bloquea sus vías respiratorias y estornuda para expulsarlo. Es primordial que lo haga cuanto antes, así que tendremos que visitar al veterinario para que le ayude.
También iremos al veterinario si el perro tiene problemas respiratorios o está constipado. La mejor forma de prevenirlos es con la vacunación, pero si todavía no ha llegado la hora de vacunarlo habrá que hacer frente a los estornudos siguiendo los consejos médicos. Por último, es posible que algún problema dental como una infección o un absceso provoque esos estornudos, en especial si el cachorro está cambiando de dientes. Aún así, es una de las causas más improbables.
Y aunque nos parezca extraño, puede ser que el cachorro estornude por estrés. El cambio de casa, la separación de la madre y el hecho de tener que enfrentarse a nuevas rutinas y tratar de aprender las normas de casa y los trucos que le enseñes o conocer a nuevas personas y otras mascotas pueden estresar al perro. Por suerte los perros son muy sabios, y son capaces de calmarse a sí mismos y hacer frente al estrés. Solo tendrás que asegurarte que la solución no es ninguna conducta impulsiva.