Puede que una de tus grandes preocupaciones cuando tu cachorro llegue a casa será enseñarle a hacer caca en la calle. Sin embargo, podemos encontrarnos con el caso contrario: el cachorro no hace caca, algo que puede ser sinónimo de un problema de salud del can importante. Es muy importante que el can haga caca, de lo contrario acabará empachándose y no comerá. Por eso tendrás que ayudar al cachorro a hacer caca, aunque la edad es un factor influyente.
Los cachorros muchas veces son incapaces de hacer caca por sí solos, y son sus madres las que los ayudan a ello. Si tu cachorro es muy pequeño y acaba de ser separado de su madre, en especial si no tiene las 7 semanas, deberás estimular al cachorro para que haca caca. Para eso, entre los principales consejos para ayudar a tu perro a que haga caca, el primero de el más práctico es el siguiente. Humedecer con agua caliente una gasa o un poco de algodón y masajeare la barriga del cachorro después de comer, llegando a las patas traseras y al ano.
Si el perro es más mayor otro de los remedios para que el cachorro pueda defecar, es mojar un bastoncillo de los oídos en aceite de oliva para lubricar e introducirlo y sacarlo suavemente por el ano del cachorro, de forma que lo estimulemos para que haga caca. A los cachorros que ya acatan órdenes le podemos ordenar que haga caca; y si ninguno de estos métodos funciona no tendremos más remedio que hacerle una visita al veterinario para que diagnostique el problema y nos aconseje una solución.
Por qué mi cachorro no hace caca
También es cierto que tu cachorro no controla sus esfínteres hasta una edad determinada, por eso hay cierta irregularidad en lo que a sus necesidades se refiere. Hay dos causas principales que explican que el cachorro no pueda hacer caca. Puede que el cachorro sea tan pequeño que además de no poder controlar los esfínteres sea incapaz de hacer fuerza para hacer caca. La otra opción es que el cachorro se haya comido algo que no debía y ese objeto impide que su aparato digestivo funcione bien. Por mucho cuidado y atención que pongamos, esto es bastante habitual en los cachorros, cuya curiosidad no tiene límites.