Mi cachorro tiene fiebre, ¿qué le puedo dar?
Una de las situaciones más preocupantes y estresantes con las que nos podemos encontrar es cuando nuestro cachorro tiene fiebre. Las dudas son muchas: ¿qué hago? ¿Lo llevo al veterinario? La fiebre es una enfermedad que se da también en los perros así que será normal que te preguntes qué le puedes dar a un cachorro que tiene fiebre. Pero, antes que nada averigua si tu perro tiene fiebre y después ya podrás comenzar a tomar las medidas oportunas.
Sin lugar a dudas, la visita al veterinario es la mejor solución cuando tu cachorro tiene fiebre, ya que es el único capacitado para recomendarte una solución. Sin embargo, hay una serie de medidas que puedes tomar antes de acudir al veterinario. Es muy importante para evitar la fiebre en el cachorro que esté hidratado, por lo que siempre tendrá un poco de agua fresca y limpia en el cuenco, y se la renovaremos cada poco tiempo. Si ves que el can no quiere beber, le podemos ayudar dándole de beber con una cuchara. Se la acercaremos y dejaremos que vaya dando pequeños sorbos. Mantener al cachorro hidratado es crucial para hacer frente a los efectos de la fiebre, pero no lo único que haremos.
Para rebajar la temperatura corporal del cachorro lo podemos bañar unos minutos en agua fría. Una alternativa, en especial para los perros que odian la ducha, es humedecer una toalla con agua fría y cubrirlo durante unos minutos desde la cabeza hasta la cola para estabilizar la temperatura. Por esa misma razón deberías colocar a tu cachorro en la sombra, en un lugar fresco. Y recuerda que antes de darle cualquier medicamento debes consultar al veterinario.
No olvides que la temperatura del cachorro sube a medida que crecen. Así, los recién nacidos pueden tener una temperatura entre los 34,4 y los 36,1ºC, pero al cabo de un mes estarán a 37,7ºC. La cosa sigue subiendo, y los perros adultos tienen una temperatura superior a los 38,5ºC, así que la subida de la temperatura puede estar asociada al crecimiento. Si se trata de fiebre, notarás otros síntomas (nariz caliente y seca, secreción nasal, el perro no come, etc.).