Hay dos decisiones cruciales en lo referente a los perros: la primera, dar el paso y adoptar un perro; la segunda, elegir un nombre para tu perro. Si no sabes qué nombre ponerle a tu perro es porque ya has resuelto la primera así que vamos a ver una serie de consejos para decidirte por uno. Ten en cuenta que es una decisión irreversible, no podemos cambiárselo cuando crezca ya que le provocaremos una gran confusión.
Si eres de los que no tienen pensado un nombre de perro desde pequeños y no sabes por cuál decidirte, lo mejor que puedes hacer es utilizar el comodín de pasar unos días con el cachorro, conoceros y elegir nombre para tu perro según su personalidad. Si tienes una lista con cuatro o cinco posibles nombres seguro que pronto empiezas a descartar alguno, e incluso su aspecto físico nos ayudará a eliminar nombres.
Otra posibilidad es buscar un nombre según su raza, su aspecto. Si vas a elegir el nombre de tu perro según su raza seguro que puedes destacar muchos más conceptos de los que imaginas. Un perro es amor, pero también fuerza, así que puedes buscar nombres de perro que signifique fuerza o que nos evoquen el amor, a la amistad... También puedes aprovechar el nombre de un perro famoso, algún personaje conocido, a tus ídolos... aunque cuidado a la hora de homenajear personas, hay gente a la que no le sienta bien que te inspires en su nombre para tu perro.
Mi perro ya tiene nombre, ¿qué hago?
Uno de estos casos más comunes es la duda que surge sobre si cambiarle el nombre a un perro adoptado o no. En estos casos el can ya tiene su propio nombre y en todo momento no debes cambiarle el nombre a un perro adulto. La razón es la misma por la que el nombre que elijamos debe ser siempre el mismo, el perro se confunde. Los perros atienden a los sonidos, no al nombre concreto, no te obedecerá y te costará adiestrarlo. Otra cosa es adoptar a un cachorro que tan solo tiene unos días y al que sus anteriores dueños hayan bautizado con un nombre que no te guste.