Cuando una persona va a adoptar un perro tiene tendencia a pensar que en ese caso no debe abonar ni pagar nada, ya que se trata de una adopción del can y no de una compra. Pues bien, esto no siempre es cierto, ya que la mayoría de protectoras de animales tienen unos baremos establecidos dependiendo de las características del animal que se vayan a llevar a casa. Y es que es importante conocer las labores que se hacen con esos animales y adoptar a un perro tiene un coste determinado se cobran unas tasas al adoptarlos.
En primer lugar, cada perro tiene unas necesidades que se deben cumplir y que durante el tiempo que ha permanecido en la protectora se le han cubierto, así que deberá ser así cuando el perro salga y se vaya a un hogar con una familia, de modo que lo que pagamos por ellos no es más que la desparasitación del perro, el calendario de vacunas pertinentes, la esterilización y también el chip, un elemento obligado.
También es cierto que no todos los perros valen lo mismo de adoptar, ya que normalmente los cachorros menores de 4 meses tienen una mayor facilidad para que se les adopte y por ello un coste superior. En el ranking de precios para adoptar a un perro van seguidos de los perros adultos y, finalmente y con un precio bastante menor aquellos animales que son complicados de que sean adoptados por presentar problemas de conducta y educación, problemas físicos, de salud...
Debemos normalizar el hecho de que los animales en adopción cuesten una cantidad simbólica de dinero, ya que no es para lucro de nadie, sino para ayudar a la organización que ha estado cuidando de ellos durante un tiempo para que pueda seguir haciéndolo con el resto de perros y que, por lo tanto, sea más fácil que sean adoptados y tengan una familia con la que vivir felices.