Muchas veces los perros intentan dar salida a sus impulsos sexuales montando peluches, juguetes, los cojines del sofá o incluso las piernas de sus dueños. Cualquier cosa les sirve para aliviarse, pero la cosa es todavía más bizarra cuando el perro que monta peluches es un cachorro, algo que te puede resultar chocante y que abre dos interrogatorios: por qué lo hace y cómo debo responder. ¿Es algo positivo en el cachorro o por contra es negativo?
La respuesta a la primera pregunta es fácil: a los cachorros les gusta montar peluches porque se sienten felices. La monta de los peluches en el cachorro no tiene una finalidad reproductora sino placentera, y puede darse tanto en machos como en hembras. De hecho, las perras que todavía no son fértiles disfrutan de una agradable sensación. Este comportamiento del perro es similar a cuando tu perro se frota en tus piernas, y también es una reacción natural. También puede ser una señal de que el primer celo ha llegado. Por si fuera poco, tu reacción hará que el can disfrute más del momento.
Pero más allá de la placentera, también hay una explicación médica. Puede ser una respuesta ante una situación de estrés o de sobrexcitación, o un trastorno obsesivo compulsivo fruto de la poca actividad física, una falta de sociabilización, una rutina inexistente, etc. Tampoco podemos descartar que el cachorro monte los peluches u otros juguetes porque padece problemas en el tracto urinario o una alergia, por lo que deberíamos visitar la veterinario para comprobarlo. Incluso, también es posible que tu perro sea posesivo con los juguetes, por eso es tan importante acudir a la visita del especialista.
Qué hago si mi cachorro monta peluches
Si observas que tu cachorro monta sus peluches de forma sistemática, tu cachorro te indicará qué hacer para eliminar este hábito. Más allá de introducir cambios en su rutina que acaben con este trastorno obsesivo compulsivo, podemos solucionarlo a través de la distracción y la prevención. Así, si ves que tu cachorro monta su peluche dale la orden para que haga otra cosa, como tumbarse o sentarse y dale un premio si lo hace. Para prevenir, no le dejaremos los peluches si no es bajo la estricta supervisión de un humano hasta que deje esta conducta.
