¿Por qué mi perro es agresivo?
Según la creencia popular, los perros son agresivos según su raza. La consideración de algunas razas de perros como potencialmente peligrosas no hace más que aumentar esa errónea creencia, porque la agresividad de los perros se explica por su educación, concretamente su mala educación, aunque hay ocasiones en las que detrás de la agresividad se esconden otros problemas como el maltrato o una enfermedad que se manifieste de esta manera.
Los perros son animales muy territoriales, y si ven amenazada su posición dominante por otra persona se mostrarán agresivos con ella, hasta el punto de morderla -o intentarlo-. También se pueden mostrar agresivos cuando tienen miedo, ya sea de una persona conocida o por alguien desconocido. Un perro asustado adoptará una posición defensiva, y en ocasiones se mostrará agresivo. Por eso, en esas situaciones, es importante intentar calmar al perro y evitar malentendidos para que no nos ataque.
Por norma general, un cachorro no será agresivo. Suelen serlo los machos o los perros adolescentes, cachorros que están a punto de convertirse en adultos que intentar reafirmar ante la familia su posición dominante en la escala jerárquica familiar. En las perras también suele darse, pero en menor medida. Esta agresividad se manifiesta en gruñidos, amenazas o mordiscos sobre todos los miembros de la familia, por mucha atención que le presten.
Por qué los perros se vuelven agresivos
Entre los fallos educativos más habituales están la educación a base de castigos físicos, las órdenes confusas -un miembro de la familia le permite algo, otro no- o que no respetéis sus zonas. Por eso es importante que toda la familia acorde las mismas normas de adiestramiento para el can, que tú no le permitas lo que el otro le prohíbe, que no lo castiguéis físicamente y que respetéis sus zonas. Por último, si el perro no quema suficientes energías se mostrará agresivo así que no olvides cumplir con sus necesidades físicas.