¡Los perros siempre están persiguiendo a los gatos! ¡Mi gato huye de mi perro! Estamos acostumbrados a escuchar como los perros asustan y atacan a los gatos. Pero ¿qué pasa cuando sucede al revés? ¿No existen perros con miedo a los gatos? Pues sí, claro que existen casos en los que los gatos tienen aterrorizados a los perros. Pero ¿por qué un perro le puede tener miedo a un gato?
No existe una única razón por la que los perros pueden tener miedo a los gatos. Si bien es cierto que históricamente las relaciones entre gatos y perros no han sido fáciles, tampoco significa que la convivencia entre un perro y un gato tenga que ser imposible. Los motivos por los que los perros tienen miedo de los gatos dependen de múltiples factores, como por ejemplo:
- La edad de los perros: es importante tener en cuenta que los cachorros pueden ser más inseguros que los adultos. Un cachorro aun está descubriendo el mundo y el gato es un tipo de animal muy distinto a lo que él está acostumbrado o conoce.
- El carácter del perro: también el temperamento de nuestro perro influye a la hora de enfrentarse a un gato. Hay perro más dominantes que serán capaces de no huir ante la presencia de un nuevo felino, incluso existe el riesgo de que el perro ataque al gato, pero también hay perros con un carácter más dócil que se pueden sentir intimidados ante la presencia de un gato.
- El tamaño del perro: los perros grandes tienen su instinto natural programado para no atacar a los perros pequeños. Por eso si se topan con un gato, cuyo tamaño habitual se asemeja a un perro de raza pequeña, es probable que su instinto lo compare con uno de sus semejantes y no intente tocarlo.
- Las experiencias vividas por el perro: si hemos adoptado un perro que ha tenido alguna experiencia previa en la que fue atacado por un gato y este le hizo daño, es normal que ahora sienta miedo cada vez que ve un gato.
¿Qué hago si mi perro tiene miedo?
No obstante, si cualquier raza de perro coincide con un gato de carácter arisco o agresivo será inevitable que le tenga miedo. Lo único que puede variar es la reacción ante ese miedo al gato, pues algunos perros mientras que otros puede que les ataquen.