Cualquier anomalía en el tono de los ojos de nuestros perros puede ponernos en alerta, tanto si los ojos se le vuelven amarillos, como si le enrojecen o de repente los tiene muy blancos. En este último caso, cuando un perro tiene de repente la córnea con una tonalidad más blanquecina, se debe a que se está produciendo un edema o una inflamación en la parte interna del ojo, y lo que se almacena sobre la córnea es agua, produciendo como una especie de burbuja frente a ésta.
Causas de que un perro tenga los ojos blancos
En la gran parte de las ocasiones, cuando un perro tiene un problema ocular de estas características y de pronto los dos ojos o solo uno de ellos de color blanquecino, se debe a que se le ha creado una infección como causa de algún tipo de arañazo causado por él mismo, por otro animal o por una rama o un agente externo, un golpe, pestañas mal posicionadas, leishmaniosis o algún tipo de afección ocular. En cualquiera de estos casos, y si desconocemos el origen de la dolencia de nuestro perro, lo que debemos hacer cuanto antes es llevarlo al veterinario para que le realice un diagnóstico de lo que le puede haber ocurrido a nuestra mascota en el ojo, y de este modo sepa si es necesario intervenir cuanto antes o ponerle algún tipo medicamento como gotas para que se le vaya desinflamando y de este modo retirarle la capa que le cubre la córnea. Es posible que se le realice a la mascota una citología de la capa que se le ha creado sobre el ojo para poder analizar de que se trata antes de realizar ningún diagnóstico o empezar algún tipo de tratamiento sin saber correctamente de qué se trata. Normalmente cuando un perro tiene el ojo blanco no se debe a cataratas y tiene una sencilla solución.