El parto de los perros genera un montón de dudas entre los dueños, y una de las más habituales es dónde parirá el perro. ¿Pueden parir en casa o hay que llevarlos al veterinario? Pues bien, en la gran mayoría de los casos los perros pueden parir en casa sin problemas. Es lo más habitual, no hay ningún peligro y no hace falta la presencia de un veterinario. Otra cosa será si los cachorros vienen al mundo por cesárea.
Un parto casero no entraña ningún misterio. Los días previos al parto habrás notado que la perra busca un sitio donde parir, así que puedes acondicionar ese espacio con unas sábanas viejas o un almohadón que ya no vayas a utilizar. Normalmente el parto natural de un perro necesita un lugar calmado y apartado, debes dejar que sea la propia perra la que elija el sitio. Estate preparado por si a la hora de la verdad cambia de opinión y hay que trasladar el paritorio que le has preparado.
Debes dejar a la perra tranquila, que para a su ritmo, sin intervenir a no ser que sea estrictamente necesario. Por necesario entendemos que un perro nazca de culo y haya que ayudar a la madre, que no le haya cortado el cordón umbilical y debamos hacerlo nosotros o que el cachorro no mame nada más nacer, una vez la madre lo haya limpiado. En esos casos sí que ayudaremos, pero siempre será una intervención lo menos invasiva posible.
¿Cuándo debe parir en una clínica?
Hay situaciones en las que la perra no puede parir en casa, así que para evitar complicaciones la llevaremos a una clínica. El caso más habitual son los perros braquicéfalos o chatos, ya que como los cachorros tienen la cabeza grande tienen dificultades para atravesar el canal del parto, y la cesárea es la única opción para minimizar riesgos.
