Que tu perro tenga sus uñas con el tamaño adecuado es parte de sus cuidados del can que deben ser básicos. Llevar las uñas demasiado largas es peligroso para el perro porque puede causarle heridas y también hacer que tengas dificultades al andar por no poder apoyar bien sus patas. Puedes cortarle las uñas a tu mascota en casa, porque no es algo difícil, sobre todo en el caso de perros pequeños y jóvenes que no las tienen demasiado duras.
No obstante, hay que tener en cuenta algunos consejos para cortarle las uñas al perro desde casa para que el animal no sufra y sepas que cuentas con las herramientas necesarias:
- No vale cualquier tijera o tenacilla. Debes tener unas especiales para este menester, que puedan cortar con precisión y a la primera unas uñas curvas y resistentes.
- Tu perro debe estar habituado a esta práctica y ser un animal tranquilo. Si cortarle las uñas supone una verdadera “pelea”, puede resultar peligroso y tal vez sea mejor idea llevarle al veterinario o a un estilista canino.
- Tienes que tener cierta “maña”, no ponerte nerviosa y saber que hasta dónde puedes cortar las uñas del can para no dañar el pequeño vaso sanguíneo que se encuentra en el interior de la misma y acabar lastimando al animal. En cualquier caso, en algunos casos venden productos para perros como cremas que puedes aplicarle en esta zona para que le relaje y no sufra dolor.
¿Cómo cortarle las uñas a mi perro?
En la mayoría de los casos, no es complicado cortarle las uñas al perro en casa pero antes de hacerlo comprueba su estado general. Si detectas alguna herida o problemas de uñas encarnadas, o tan largas que se han llegado a retorcer y “enroscar”, mejor llevarlo a al veterinario porque él sabrá bien cómo tratarlas.
Si tu perro tiene las uñas en buen estado y simplemente se trata de recortárselas un poco, tú misma puedes hacerlo. Busca un lugar tranquilo para que el perro se deje hacer la “manicura”. Coge una de sus patas presionando ligeramente sobre la zona de la almohadilla y procede a cortar con el utensilio apropiado, siempre buscando un corte recto y con tendencia descendente (nunca cortes hacia arriba).
Si no estás segura (cuidado con el pequeño vaso sanguíneo que atraviesa la uña) corta siempre de menos por si acaso.