No solo puedes sino que debes hacerlo. Ante la llegada de una mascota a casa, es importante establecer desde el principio una serie de normas de convivencia. Sobre todo en el caso de un cachorro, es normal que al principio se sienta extraño y que por las noches llore o gimotee intentando, por todos los medio, dormir en la habitación de su dueño o, si le dejas, incluso en tu cama.
A veces cuesta porque da pena oírle llorar, pero debes mantenerte firme porque es cuestión de unos días. Descansar cada uno en su sitio es lo mejor para todos, no lo dudes. Tu perro, aunque al principio no lo entienda, necesita su propio espacio. Que duerma solo no es un acto cruel, al contrario, le ayudará a descansar mejor y a ser un perro feliz con la suficiente independencia.
¿Cómo lograr que el perro se acostumbre a dormir solo?
El chantaje emocional que puede llegar a suponer oír lamentarse a tu cachorro puede ser duro pero debes ser firme y pensar que es algo temporal y que conseguir que duerma solo es lo mejor para él y para todos.
Es importante que el perro reconozca y se familiarice con su lugar de descanso. Prepárale su rincón de dormir y comprueba que le resulta cómodo y agradable. Una cama confortable, una estancia con la temperatura adecuada y en la que no le falte agua fresca son los requisitos básicos que debe reunir su dormitorio. Decide el lugar donde va a descansar el perro y mantenlo. No debes cambiárselo constantemente de sitio para no equivocarle.
Procura que durante el día vaya a su cama. Si consigues que dormite o eche una siesta, todo será más sencillo cuando llegue la noche. Un buen truco es colocarle algo que se guste en su cama: un juguete que le encante o un poco de comida. Así, siempre relacionará ese sitio con algo bueno y apetecible. También, puedes reforzar su comportamiento, dándole un pequeño premio cada vez que permanezca en su cama.
Con un poco de paciencia, lo normal es que en unos pocos días tu perro duerma solo y tan a gusto.