¿Puedo jugar con un perro nervioso?
Si tienes un perro muy inquieto, que puede presentar incluso problemas de hiperactividad, el juego es el mejor método para ayudarle a soltar el exceso de energía que tal vez sea la causa de esos nervios que pueden llegar a dificultar la relación entre vosotros.
Los perros que rara vez están tranquilos suelen tener problemas de sueño (no descansan todo lo necesario) y mostrar conductas inapropiadas como romper cosas, destrozar el mobiliario de la casa o simplemente no obedecer las órdenes que le damos.
En estos casos, jugar con el perro en espacios abiertos en los que pueda correr, saltar, ir tras una pelota o un disco volador puede venirle muy bien para desfogarse, pero siempre hay que procurar que esta actividad no acabe sobre excitando al animal. Si tu perro es nervioso, juega con él pero aprovecha el juego para enseñarle normas de conducta. No se trata de agotarlo para que se quede más tranquilo, sino de pasarlo bien al tiempo que intentas que aprenda autocontrol. Por ejemplo, lánzale la pelota, pero insiste en que te la traiga, te la devuelva.
¿Cómo jugar con un perro hiperactivo?
Los perros detectan perfectamente nuestros estados de ánimo, por lo que, la primera regla para jugar con un perro nervioso es tener paciencia y estar absolutamente tranquila. Acostúmbrale a que en casa se juega de manera diferente que en el parque. Aquí, las carreras o los saltos no están permitidos y debes hacérselo saber. Prueba a poner en práctica con él algunos juegos mentales para perros que logren que tu mascota fije la atención y se concentre. Esconderle su juguete favorito y hacer que lo busque, o guardárselo en una caja cerrada para que averigüe cómo abrirla y obtener, así, su botín… son algunas ideas para que jugar con tu perro resulte divertido y además suponga una ayuda para que esté más tranquilo.