Una de las dudas más frecuentes entre los padres es cómo reaccionarán los perros ante los niños, si habrá problemas en la convivencia de los más pequeños con los canes, en especial si el perro es agresivo. Nunca es fácil elegir una raza de perro, pero si hay niños pequeños en casa quizá lo ideal sea decantarse por un perro más tranquilo. La cosa se complica cuando el niño llega a una casa donde vive un perro agresivo.
Todas las atenciones que hasta ahora se llevaba el perro irán a parar al niño, por eso es importante acostumbrar al perro a la nueva presencia lo más pronto posible, incluso antes de que nazca el bebé. Más o menos un mes antes puedes empezar a adaptar los horarios en los que salga a pasear. Aún así es posible que, al sentirse desatendido, el perro tenga un comportamiento más agresivo que antes, en especial cuando el niño esté cerca, por lo que trataremos de integrarlo.
Cómo integrar un perro agresivo con niños
Sobra decir que una cosa es integrarlo y otra dejar al perro a solas con el niño. Jamás hay que dejar un perro solo con un bebé, ni aunque fuese un perro sin antecedentes de agresividad. Una vez más la educación es esencial, y hay que enseñar al perro a respetar al niño de la misma forma que nosotros -y el propio niño- debemos respetar los espacios del perro: cuando come, cuando descansa, si está jugando...
Recuerda que tanto los niños como los perros pueden reaccionar de forma extraña cuando se acercan, por eso no los dejaremos solos hasta que sepamos cómo actuarán uno y otro, más o menos hasta que el niño tenga unos 10 años y ambos estén acostumbrados a la presencia del otro. Y si el perro muestra o ha mostrado comportamientos agresivos contra personas o animales como gatos, pájaros u otros perros es recomendable pedir ayuda a un terapeuta del comportamiento animal.