En principio, no hay ninguna razón que desaconseje salir con tu perro después de comer, cuando haya tomado su ración de pienso pero, objetivamente, es más probable que le apetezca correr un rato o perseguir su pelota favorita, si sale a pasear antes de comer que con el estómago lleno y, quizá, con ganas de tumbarse un ratito.
Solo en el caso de perros de gran tamaño con problemas digestivos previos, puede aparecer la torsión gástrica, una dolencia poco común que, según los expertos, se presenta con mayor frecuencia en perros grandes que realizan ejercicio intenso después de haber ingerido una comida copiosa.
Conociendo las costumbres de tu mascota, debes ser tú quien establezca los horarios de salida y procurar mantenerlos siempre que sea posible. Si decides hacerlo después de sus comidas, recuerda que el paseo no debe ser demasiado largo y nunca implicar una actividad física intensa para el perro.
¿Es mejor salir a pasear antes o después de que el perro haya comido?
Con las debidas precauciones, ambas opciones son válidas. Si hablamos de cachorros que aún están en fase de aprendizaje a la hora de hacer sus necesidades, puede ser una buena idea sacarles después de comer, para aprovechar, así, ese momento para que realicen las defecaciones. En perros adultos, que tiene establecidas sus propias rutinas o que incluso empiezan a tener cierta pereza a la hora de pasear (perros de más de 8 – 10 años), es preferible darles un buen paseo antes de su comida y de que la ingesta haga que la idea de salir empiece a no apetecerles demasiado.
El paseo se trata de una rutina que deberéis establecer “a medias” entre tu perro y tú, teniendo en cuenta, que, como norma general, es preferible hacerla antes de comer. Si eliges la opción del paseo tras la comida, recuerda que la actividad física intensa no es aconsejable.
